El Antiqvarium de Las Setas es el espacio elegido para la exposición “Archivo Fotográfico Gasán, Patrimonio Cultural de Triana”, una muestra que se inaugura el 12 de marzo, en la que el veterano fotógrafo expondrá parte del inmenso archivo costumbrista que ha generado durante décadas y que ofrece una mirada del barrio muy personal y de gran valor documental.
Gabriel Sánchez, Gasán, atendió a Viva Sevilla.
¿Cómo surge la idea de esta exposición?
–Parte del Ayuntamiento de Sevilla. En una conversación entre Javier Fito, gestor cultural del ICAS y mi amigo Javier Ros, éste le comenta que sería interesante darle visibilidad a mi archivo fotográfico, fundamentalmente a lo que tiene que ver con el costumbrismo del barrio de Triana. Cuando me lo propusieron acepté porque me pareció una buena idea. Se planteó el problema de elegir las fotografías, ya que hay mucho material.
¿Quiénes participan en esta selección y cuál ha sido el criterio?
–Pues entre Fito, Ros y Pilar Acosta hemos ido visionando miles de fotos y eligiendo las que, a nuestro criterio, eran más interesantes. Sobre todo fotografías que tienen un pasado, un presente y también un futuro. Mi archivo está localizado en tres puntos diferentes, ha sido un trabajo complicado pero con la ayuda de ellos lo hemos hecho. No ha sido sólo mi criterio, ellos me han asesorado en este trabajo de selección.
¿Cómo es el día a día de un fotógrafo como usted?
–Yo siempre que salgo a la calle intento llevar la cámara en el hombro y salgo mucho. Voy a buscar lo cotidiano, lo que surge en la calle sin previo aviso. Nunca sabes cuándo va a brotar ese momento especial que hay que inmortalizar, momentos que si los buscas premeditadamente lo normal es que no los encuentres. Hay cosas que evidentemente se repiten, pero otras sólo existen en un momento concreto, y si no llevas la cámara, lo pierdes. Hay mucha gente que me reconoce por la calle y me saluda, a veces me ven haciendo una foto y me dicen que para qué quiero, no lo entienden. Yo les digo que con el tiempo esa foto, que ahora no les dice nada, tendrá un valor histórico, costumbrista o documental. Por supuesto que he hecho fotos con fines lucrativos, porque soy profesional, pero gran parte de mi archivo consiste en momentos irrepetibles de personas, edificios, calles y eventos, que he hecho para que las futuras generaciones pudieran saber, y ver, lo que se cocía en el barrio en tiempos anteriores.
¿Podría decirse que su archivo es una auténtica crónica gráfica costumbrista de Triana?
–Después de todos los eventos que he cubierto, las miles de fotos que he realizado del barrio, sus cambios urbanísticos, transformaciones sociales y la galería de personajes trianeros que he recopilado, puede decirse que sí es una crónica gráfica de Triana, desde los años sesenta a nuestros días. Me ha ocurrido a veces que se han juntado dos o tres eventos a la vez y me las he apañado para no faltar a ninguno. Siempre digo que no soy omnipotente, pero omnipresente casi… Ver edificios que había en los sesenta o setenta, que ahora ya no existen y en su lugar hay otras cosas, es algo que siempre me ha gustado documentar. Al igual que ver la evolución de la forma de vestir, o disfrutar las fiestas trianeras, de la gente en las diferentes décadas. Yo no me considero un fotógrafo artístico, lo que quiero es que mis fotos cuenten historias y vivencias personales.
