San Fernando

'Er Christian', cuando la vida te da cuatro volteretas sin avisar

Detrás del personaje está una persona que además forma parte de una generación de jóvenes llenos de talento que no le roban la moto a nadie.

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  • Ellos son parte del talento que esconde San Fernando y que todavía no ha buscado otros mundos

“Lo que comenzó siendo una crítica al mundillo influencer (que tan poco me gusta) se me está yendo un poco de las manos, la verdad. En ningún momento he pretendido llegar hasta donde está ahora mismo el personaje de Er Christian. Todo cobra sentido cuando recibo mensajes de agradecimiento de gente que lo está pasando realmente mal. Gente que te cuenta sus problemas y te hacen ver que los tuyos son insignificantes.
Vamos a disfrutar señores!  y que esta locura dure lo que tenga que durar. (Cuando termine, me inventaré otra)”.

Lo dice Diego Villalba en su perfil de Facebook esta misma semana y es la pura realidad porque no sólo ha ocurrido con Er Christian sino con otros muchos personajes. Nacieron para criticar aquello en lo que se convirtieron.

Er Christian hoy es un fenómeno de masas y Diego Villalba un influencer se mire por donde se mire. Pero sobre todo irradia una influencia positiva en los jóvenes de su edad que posiblemente no lo conozcan, pero deberían conocerlo para saber cómo echarle un pulso a la vida y ganárselo con una sonrisa.

No busquen para eso a Er Christian que lo más que se puede conseguir de él es que te dé un tortazo y te robe la moto. Busquen a Diego Villalba, uno más de los jóvenes con talento que todavía están en San Fernando. Hay más, muchos más, en la misma ciudad y en los alrededores, aunque la mayoría está esperando la ocasión para marcharse lejos y llevarse con ellos su talento.

No se trata de transcribir el currículo entero de Diego Villalba. Basta con algunas pinceladas de las que en este periódico quedan pruebas físicas informáticas. La primera vez que vino a una entrevista en San Fernando Información -y se acuerda siempre- llegó en pantalones cortos porque no esperaba una cámara delante. Una no, cuatro.

Eran los primeros capítulos de 300 pavos cuando dio cuenta de lo que estaba haciendo, de cuáles eran sus principios, de cuáles eran sus objetivos.

En 2014 lo volvimos a entrevistar junto con Antonio Morenilla, todavía con los 300 pavos a cuestas porque seguíamos la serie. O mejor dicho, la serie no, a los que la hacían ya que este mismo año, en 2014, entrevistamos a Alvaro Pérez, actor, otro que lleva el talento encima y no se conforma con esperar a la suerte. La busca.

Ya han salido a la palestra tres nombres que han pasado por aquí y que forman parte del mismo mundillo, tan difícil que hay que renovarse cada día, levantarse con una cara nueva y el ánimo preparado para el triunfo o el desengaño. Porque son personas cuyo triunfo no depende de ellos -que tiene cojones- sino del que llaman El respetable. El público.

Todavía falta un nombre más en esos cuatro jinetes a los que desde esta casa se admira, como se admira a cualquier loco que llegue con un proyecto bajo el brazo, un libro, una película, una aventura. Falta Alex Oneto, el cuarto en cuestión, el que junto a Diego Villalba y otros han puesto en marcha una empresa de esas que o fracasan o se convierten en un fenómeno de masas. Como Er Christian, vamos.

En este caso Puterful camina por otros derroteros, los de la empresa pura y dura, la presencia física, el producto físico. Se están expandiendo poco a poco, pero de lo que se trata es de hacer y hacen lo que les gusta y le sacan partido. Para conseguir eso hay que tener talento, que es con lo que se nace y luego ya aprenderán a base de batacazos las reglas del mercado.

Hay más fuera de estos cuatro y con estos cuatro. Muchos de esos talentos en ciernes con otros nombres y otros objetivos han pasado por esta casa donde ponerle la proa a un joven que empieza es devocional, no una obligación. Unos van consiguiendo lo que esperaban y otros se aburren o esperan una oportunidad mejor, porque este mundo es muy difícil.

Fíjense si no en lo que se ha convertido Er Christian. De nacer para criticar un mundo cada vez más falso a convertirse en uno de los que falsean el mundo. Eso a Er Christian, dentro de sus pocas luces, no le importa. Pero a los otros cuatro, a los otros cuarenta que han pasado por esta casa, sí y mucho.

Por eso nació Er Christian. Pero ojo, que es lo último que ha salido de Diego Villalba. Cuando se acabe, inventará otro porque lo suyo es Entretenimiento Diferente, pero en inglés, que se escribe al revés. Y los demás, más de lo mismo.

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