Todo está ferpecto

Pablo Casado, fuera de foco

Lo más sonado del PP ha sido la marcha de Borja Sémper, los consejos de Aznar (otra vez) y Teodoro García Egea tocando con guitarra tanguillos muy malamente

Publicado: 01/02/2020 ·
21:48
· Actualizado: 02/02/2020 · 21:27
  • Pablo Casado. -
Autor

Daniel Barea

Yo soy curioso hasta decir basta. Mantengo el tipo gracias a una estricta dieta a base de letras

Todo está ferpecto

Blog con artículos una mijita más largos que un tuit, pero entretenidos. Si no se lo parece, dígamelo con un correo

VISITAR BLOG

No hay manera. La frustración en Génova debe ser tremenda. La voz de Pablo Casado se ahoga en el ruido que montan PSOE y Vox, los dos grandes partidos mediáticos en la actualidad, y en enredos en el seno del partido que descolocan al militante. El PP es incapaz de marcar la agenda y así es imposible pensar en recuperación alguna en escaños, en gobiernos, en poder, que de eso trata el negocio, aunque quede aún mucho tiempo para volver a las urnas. O no.

La falta de pegada se acusa a todos los niveles y comienza a ser preocupante. La atonía del discurso de los dirigentes populares, incluso teniendo resortes de poder como la Junta de Andalucía, no es muy esperanzadora para el futuro más o menos inmediato. No vale escudarse en la crisis no resuelta de identidad, orgánica, personal del PP. Es cierto que la formación tiene heridas abiertas y protagoniza aún espectáculos poco edificantes como la dimisión del presidente en Granada, Sebastián Pérez, difícil de entender y de dirigir. Porque Vox, rival directo, no anda en mejores condiciones en cuanto a organización interna y ahí está, abriendo y ganando debates, sumando adeptos a la causa y hablando de tú a tú al PSOE, con un Pedro Sánchez intratable, capaz de hacer y deshacer sin que nada, absolutamente nada, le pase factura.

Incluso el escándalo del ministro Ábalos y la vicepresidenta de Nicolas Maduro, Delcy Rodríguez. Solo un partido que cuente con una mayoría absoluta social y mediática a favor puede permitirse dar tantísimas versiones, contradecirse, reconocer que ha mentido con otra mentira, sin que finalmente nadie asuma responsabilidades. Esto solo es posible por la simpatía que siguen despertando las siglas, el fascinante descaro del presidente, pero también y sobre todo por la ausencia total de oposición.

El crecimiento de Vox fortalece al PSOE y borra del escenario al PP y a Unidas Podemos. Pablo Iglesias y Pablo Casado están fuera de foco. Uno ha renunciado a sus planteamientos más extremos a las primeras de cambio. El otro no se encuentra. La falta de sintonía con los responsables de su partido es sonrojante: Pablo Casado plantea listas conjuntas con Ciudadanos en Cataluña, Galicia y País Vasco, y Alberto Núñez Feijoó dice que nones; Pablo Casado defiende el pin parental y Juanma Moreno dice que bueno, que ya veremos.

La falta de sintonía con el simpatizante también es, igualmente, ostensible. Basta con testar los comentarios en redes a las publicaciones populares, insisto, en cualquier nivel (nacional, autonómico, provincial, local): el respetable se divide entre los que piden más caña y quienes repiten el mantra de la moderación como clave para recuperar el liderazgo.

¿Hay solución? La sensación es que, a corto plazo, no. Basta un repaso por las iniciativas parlamentarias para comprobar que incluso el vigor político en el Congreso y el Senado se ha perdido definitivamente. Atentos a los próximos debates y veremos.

Lo más sonado del PP ha sido la marcha de Borja Sémper y el cruce de reproches por la misma, los consejos de Aznar (¿aún necesita consejos Casado?) y Teodoro García Egea tocando unos tanguillos de Cádiz con su guitarra muy malamente.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN