El Rey Juan Carlos quiere volver a casa por Navidad, desea pasar la Pascua Militar en España. El Emérito temió tremendamente a la pobreza en su infancia y juventud, cuando residió en las tinieblas del franquismo, lejos de su padre, pero en el autoexilio de su vejez se ha encontrado con algo quizás peor: la soledad. Porque la soledad es la más dolorosa de las enfermedades que sufren los viejos. A los mayores, en las residencias, los ha matado la Covid criminalmente este año, pero antes, durante lustros, acabó con ellos la tristeza de las residencias más que la arteriosclerosis. Dicen que el Rey ha estado enfermo en Emiratos Árabes Unidos, donde marchó este verano para alejarse de la nostalgia de la mujer rubia y de la frialdad de la máquina de contar dinero. Don Juan Carlos ha pasado de ser la portada de ‘El País’, cuando este periódico era el “diario independiente de la mañana”, a convertirse en sujeto del griterío del ‘Sálvame Deluxe’.
Juan Carlos I ha tenido una especie de doble personalidad, como Maradona. ‘El Pelusa’ fue un genio con la pelota y un desastre lejos de ella. Y el Emérito exhibió gran vigor como Jefe del Estado en los momentos críticos de la Transición para salvar la democracia, pero todo ello se diluyó en mujerío y opacas finanzas cuando su figura perdió fuerza política y protagonismo porque las libertades estaban ya asentadas en España. Entonces don Juan Carlos se convirtió poco a poco en una mezcla entre esos personajes seductores para las damas que interpretaba Arturo Fernández, y una especie de señor Scrooge, ese avaro solitario del extraordinario relato ‘Canción de Navidad’, de Charles Dickens, que al final de su vida pasa un calvario entre espíritus del pasado y del futuro para redimir su desatado amor al dinero.
La derechona culpa al Gobierno “social comunista filoetarra e independentista” de la crisis de la Monarquía, que es gravísima, pero el principal enemigo de la Corona, sin duda, ha sido el Emérito. Don Juan Carlos ha infringido un tremendo daño a la Monarquía y a la democracia, los dos pilares del sistema que tanto contribuyó a construir. Un Rey con doble personalidad, decíamos. Y puede que el Emérito se aficionara al dinero por aburrimiento. Ahora quiere regresar a España tras regularizar con Hacienda 678.393 euros. En torno a Don Juan Carlos se inventó el concepto de ‘República Coronada’, que él presidía desde su reinado. Pero el mayor error del Rey tal vez haya consistido en hacer fraude al ‘juancarlismo’.