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Jaén

Carolina Cañada: “Me importa el camino y la ilusión que me produce un proyecto”

En Cultura VIVA, la periodista, actriz y productora cultural Carolina Cañada (Jaén, 1975)

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  • Carolina Cañada. -

Periodista y actriz, Carolina Cañada (Jaén, 1975) ha encontrado como productora su lugar en la industria cultural, de la mano de la compañía jiennense ‘Fila 5 Producciones’, un trabajo que es su forma de vida y que compagina con otros proyectos, como profesional multidisciplinar. “Es muy gratificante trabajar en la producción. Me siento muy útil. Me gusta estar en movimiento, organizar. Lo disfruto muchísimo. Me voy de gira o rodaje y es lo mejor. Sería feliz rodando todas las semanas. No lo siento como un trabajo. Es una maravilla”, confiesa.

Lo hace junto a los actores y directores Amada Santos y Pedro Lendínez. “Somos un equipo fijo de trabajo. Nos entendemos muy bien, con una confianza ciega los uno en los otros. Estamos sacando adelante proyecto tras proyecto”, dice.

Para ella, la producción es muy importante. “Todo el equipo tiene que estar tranquilo, tener seguridad para hacer su trabajo y producción tiene que cubrir todas las necesidades. Me gusta mucho complicarme la vida en lo profesional”, explica.

Ahora trabaja en el que será su primer cortometraje como guionista y directora. “Me ha costado mucho tiempo cerrarlo. Lo he ido aplazando, pero siempre ha estado hecho en mi cabeza. Lo rodaré en cuanto pueda”, apunta. Es la historia de la redención de una persona a través de las experiencia ajenas, contada por tres generaciones de mujeres. Es una aventura y, a la vez, un drama. Soñó que lo grababa y al despertar decidió escribirlo y sacar su proyecto adelante.  “A las mujeres nos pasan cosas interesantísimas a lo largo de nuestras vidas. No es sólo por hacer justicia, es que hay un nicho maravilloso para contar historias y no se ha explotado lo suficiente”, reivindica.

La de su cortometraje, es una historia que sólo entiende que ocurra en Jaén. “Tengo claro que la rodaré en Jaén. Tenemos todo lo que necesitamos. Podemos hacer lo que queramos, pero esta industria necesita apoyo real, no puntual”, dice.

De pequeña se divertía leyendo, inventando espectáculos y escribiendo. “Siempre agradeceré a mis padre que fomentaran en mi la lectura, por el ejemplo y porque me animaba. Mi creatividad se disparaba”, recuerda.

Con 15 años inició sus estudios de teatro en la Universidad Popular, con Juan del Arco y Lola Vico. “Me di cuenta de que era el sitio en el que quería estar. Yo misma tenía que crear mi propio personaje para luego interpretarlo. Ese proceso me ilusionaba”, rememora. A la vez, lamenta que “la interpretación tiene una vida muy corta para las mujeres”.

Aunque su primera opción era estudiar Arte Dramático, finalmente comenzó por Periodismo. Posee una licenciatura en Comunicación por CEADE y la Universidad de Gales. Estudió locución y doblaje en la Escuela Andaluza de Doblaje, en Sevilla; e Interpretación en Escénica (Sevilla) y en Central de Cine (Madrid). “Mi madre me engañó. Me dijo, estudia Periodismo por las mañanas y por la tarde Interpretación. Era imposible, pero iba formándome como actriz con cursos de locución, de doblaje, mientras hacía la carrera”, dice entre risas.

Con 28 años se fue a Madrid a buscarse la vida. “Decidí dar un salto y me marché con lo puesto”, apunta.

Dejó atrás un Jaén en el que había rivalidad entre compañías. “Me fui triste por eso. No me gustaba. Veía que había mucha queja y poca búsqueda de soluciones”, señala.

Volvió a Jaén por motivos familiares y se volvió a marchar a la capital española. “Los dos primeros años hacía tres y cuatro casting al día. En Sevilla ya había hecho cine y empecé a contactar. Me gustaba trabajar en el equipo técnico y pude estar en producciones que me han encantado”, asegura.  Tuvo claro que no se veía en Jaén como profesional y “en la interpretación, menos”. Siempre ha sido “muy nómada”.

Como periodista ha trabajado y colaborado en empresas como RTVA (programas), El Mundo Andalucía, Viajar, Rutas del Mundo, Campiña Digital, Viva Jaén, Onda Cero y Cope. Ha publicado en blogs especializados en turismo, como el del operador de viajes Rumbo y El Viajero Fisgón y ha escrito algunas guías de turismo de Andalucía. Ha participado en el libro ‘Teatro para una Crisis’, editado por la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales, que incluye textos de los mejores dramaturgos de Andalucía. “Ha sido un orgullo estar junto a ellos”, dice.

Ha sido presentadora de televisión, radio y eventos. Como actriz ha trabajado en cine, teatro y series de televisión. También ha sido directora de casting en teatro, cine y publicidad durante más de 10 años. Ha formado parte del equipo de dirección de proyectos cinematográficos (El Corazón de la Tierra, de Antonio Cuadri; 15 Días Contigo, de Chus Ponce; Mirados, de Julio Fraga; Ulises, de Julio Fraga) y en la producción de eventos y proyectos audiovisuales, musicales, teatrales y culturales. “Me gusta muchísimo el teatro, pero la inmediatez de la televisión me tira mucho”, reconoce.

Desencantada por la realidad del Periodismo, en 2016 creó una agencia de Markenting Online y Comunicación de Proyectos Musicales, ‘Eyes Contact Comunicación’, con la que satisface su vocación como comunicadora y su vínculo con la divulgación. Se ha encargado de la promoción de artistas nacionales e internacionales como ALIS, Celia Flores, Txantxu, Alejandro Jaén o Santa Rosa.

 “No quería pasarme la vida cubriendo ruedas de prensa y viendo cómo nos mienten a la cara. El Periodismo tenía una salida nefasta. Los sueldos eran bajos, aunque ahora ya lo quisiéramos. Perdí la fe, me desencanté”, confiesa.

Es muy impulsiva a la hora de escribir y heterogénea en la temática. “Actúo por impulso. Lo que me viene, lo saco. Si merece la pena, lo trabajo”, dice, con un nivel de exigencia “rígido e implacable” que a veces, la paraliza.

Con los años ha aprendido que hay gente con la que no quiere trabajar. “Hay personas que envenenan los rodajes y no merece la pena tenerlas cerca. Un proyecto es trabajo y no lo acepto a toda costa sólo por hacer una película o una obra de teatro, poner una línea más en el currículo o cobrar. Quiero trabajar con gente que sean buenas personas y si no, no tengo ninguna prisa. Me importa más el camino y la ilusión que me producen los proyectos”, valora.

Tras siete años sin hacer teatro, se encuentra en un momento en el que le apetece “trabajar bien un personaje” y volver a las tablas.

Reconoce que la maternidad no le permite trabajar de forma creativa al ritmo que le gustaría. “Me quedaría trabajando hasta la madrugada. Así funciono a nivel intelectual”, asegura.

Su hija la ha acompañado en cada uno de los rodajes. “La conciliación, más que solicitarla la he impuesto siempre. Me he llevado a Martina a todos lados. En Jaén, por suerte, he dado con profesionales maravillosos que lo han aceptado y han estado encantado”, agradece.

En el último año, ha producido tres spots, dos cortometrajes (Caricia, de Sitoh Ortega; y El Funeral de Deogracias Ungueti, de F.J. García), dos obras de teatro (‘Barbados, etcétera’, dirigido por Noelia Rosa; y ‘Emma, Óliver y Andrés’, de Pedro Lendínez).  

Está pre-produciendo un documental de Lucas Hidalgo y un cortometraje de J.M. Asensio. Como actriz, pronto grabará en Madrid una radionovela.  

Y todo ello trabajando desde Jaén. “Me costó tomar la decisión de volver a Jaén. Llegué llorando, pero me motivó el bullir cultural que percibí. Se hacían cosas y había gente sacando adelante proyectos nuevos. Amada Santos me abrió sus brazos y se empeñó en que no dejara la Interpretación”, declara.  

Al hacer una radiografía del sector, señala que “en Jaén y en España en general no pasa como en otros países que las empresas privadas están concienciadas del poder de la ficción, que aportan a la cultura porque saben que el retorno es enorme para su país”. Denuncia que “aquí parece que te están dando limosna, cuando hace falta una inversión privada fuerte”.

Y es que el mundo de la cultura está agonizante. “Con la pandemia, desde el principio y hasta el final, el Ministerio de Cultura ha demostrado que importamos cero o menos. Durante la pandemia el sector de la cultura siguió creando contenido de forma altruista para contribuir a que la gente pasara el encierro algo mejor. Eso ha salvado a mucha gente a nivel emocional. Es el momento de que se nos valore el esfuerzo con más apoyo, yendo al teatro, a los conciertos y apoyando las producciones locales. La Cultura no se hace por amor al arte, aunque los que nos dediquemos a ella la amemos. Hay que pagar facturas y la situación es límite actualmente”, termina.

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