La escritura perpetua

Florentino

Estamos ante una persona cuya causa vital ha sido el dinero. Su ideología es el dinero. Y esa es la ideología más peligrosa

Publicado: 21/07/2021 ·
12:04
· Actualizado: 21/07/2021 · 12:04
  • Florentino Pérez. -
Autor

Luis Eduardo Siles

Luis Eduardo Siles es periodista y escritor. Exdirector de informativos de Cadena Ser en Huelva y Odiel Información. Autor de 4 libros.

La escritura perpetua

Es un homenaje a la pasión por escribir. A través de temas culturales, cada artículo trata de formular una lectura de la vida y la política

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Florentino Pérez ha resultado ser como uno de esos personajes ricachones que Carlos Arniches sacaba en sus obras, esas comedias costumbristas y madrileñas -sainetes-, que el maestro revestía de casticismo para disimular que era un hombre de izquierdas en una España terrible. A Florentino se le ha caído la máscara entre la Superliga y las grabaciones publicadas por El Confidencial, tal vez porque la vida, debido a su edad, ya lo va retirando. En España hubo lo que alguien denominó el ‘paleocapitalismo’, que tenía cierta humanidad con el empleado gris del trajecillo, que pasaba toda su existencia en la misma empresa, cobrando poco, pero con cierta miserable seguridad en la vida. Hasta que llegó un capitalismo moderno y deshumanizado, inspirado en Wall Street, que fraguó con Ronald Reegan, aunque Reegan tenía alma porque fue actor. Pero ese capitalismo despiadado tomó cuerpo en todo Occidente y se hizo definitivamente fuerte en la crisis de 2008, curiosamente cuando descubrió sus tremendas debilidades. Marx se equivocó: el capitalismo se ha endurecido precisamente cuando se ha topado con sus contradicciones. 

Florentino, decíamos. Estamos ante una persona cuya causa vital ha sido el dinero. Su ideología es el dinero. Y esa es la ideología más peligrosa, entre otras cosas porque es la que ha triunfado. Florentino busca obsesivamente parecerse a Bernabéu, pero la vida de don Santiago se movió por el fútbol. Bernabéu fue presidente del Real Madrid, sí, pero antes fue entrenador de ese equipo y, antes, jugador. La idea matriz de Florentino es el euro. Y la de don Santiago eran el Madrid y pescar en una barca en aguas próximas a Santa Pola, con aquellos pantalonazos sujetos con tirantes y una camisa blanca marca Ike. Don Santiago era un caballero y Florentino quizás también lo sea, pero lo pierde su lengua de ultrasur enfurecido y cargado de Mahou. Ha dicho Florentino: “Cristiano es un imbécil y Mourinho un anormal”; “Del Bosque es un zoquete”; “Guti es un jeta”; “las grandes estafas del Real Madrid son Raúl y Casillas”; “hay que ir por lo penal contra Roncero”; “hay que aislar a Relaño y a José Ramón de la Morena”. De modo que el periodista Rafa Cabeleira ha escrito en As: “Piensen en el esfuerzo que estaría dispuesto a realizar el mismísimo Florentino Pérez por llevarse a Messi a Madrid, vestirlo de blanco y, de aquí a unos meses, darse el capricho de llamarle tolili”. Florentino era el icono del éxito monetario y monetarista, del Real Madrid de las Champions, y anda camino de retirarse con su prestigio automutilado. Una pena.

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