La mitad de los animales heridos regresan al medio natural una vez tratados

El Centro de Recuperación de Especies Amenazadas de Los Villares (CREA) logra la recuperación y el retorno normalizado al medio natural de la mitad de los ejemplares de fauna silvestre que llegan heridos o enfermos.

Así lo ha destacado el delegado de Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía en Córdoba, Giuseppe Aloisio, tras conocer los datos de la actividad del primer semestre de este centro, que depende de la Consejería de Agricultura Ganadería Pesca y Desarrollo Sostenible y que está situado junto al Parque Periurbano de Los Villares, a doce kilómetros de Córdoba.

Durante los primeros seis meses del año, en el CREA de Los Villares "han ingresado 448 ejemplares, algo más de la mitad son pollos volantones que se han caído del nido, un 21% por distintas colisiones y un 8 % por electrocución, entre las causas más frecuentes", explica Aloisio en un documento que ha distribuido este domingo la Junta de Andalucía.

En este mismo período "se ha conseguido un 46 por ciento de recuperación de los ejemplares ingresados", aunque la experiencia señala "que irá aumentando a lo largo de la temporada con numerosos ingresos de pollos inmaduros que se recuperan en su gran mayoría".

El CREA Los Villares, al igual que la red de centros similares de la Junta de Andalucía en cada provincia, cuenta con unidades de cuidados intensivos, clínica o sala de operaciones, análisis radiológicos y diferentes estancias por las que se va pasando según las fases de recuperación.

Cuando llega un animal, afirma Marisa Fernández, la veterinaria del centro, "se le identifica, se le pesa, mide y se estudia cuál es la causa de ingreso".

En el caso de que necesite “una atención más cercana, se llevan a la UCI, donde hay un habitáculo para cada uno, con la ficha y tratamiento para información de los cuidadores", puntualiza.

Según la época del año, la experiencia señala la tendencia de la especie que protagoniza el mayor número de ingresos. "Ahora en verano los pollitos empiezan a volar y hay muchos ingresos por deshidratación o por fracturas", dice Fernández, y de hecho, entre mayo y agosto alcanza el 80 por de los ingresos anuales en el centro.

Suelen ser agentes de los cuerpos y fuerzas de seguridad o agentes de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía quienes llevan a los animales heridos al CREA, alertados casi siempre por algún particular, por lo que "la colaboración ciudadana es fundamental", apunta el delegado de Desarrollo Sostenible.

Los animales pueden pasar por tres estadios, la llamada UCI, un compartimento intermedio donde "ya comen y se mueven más", según relata Antonio López, uno de los cuidadores del centro, y el voladero, en el caso de las aves, donde se anillan y se pone en conocimiento de la Oficina de Especies Migratorias para poder llevar así un seguimiento de su trayectoria y suerte.

Pero aparte de aves de pequeño tamaño, como el vencejo común, el avión común o la golondrina, de cuyos cuidados se encarga mediante un acuerdo SEO-Córdoba, y otras de gran porte, como la cigüeña, el buitre negro y el águila imperial, en Los Villares también se recuperan otros animales, como el señero de la política protectora medioambientalistas en Andalucía, el lince ibérico.

En este momento, hay un ejemplar que dispone de un habitáculo dimensionado a sus necesidades y donde Antonio López se introduce cada día para dar suelta a pichones o conejos vivos para que los cace.

"Se trata de un ejemplar de lince de avanzada edad, de unos 14 años, y como se le veía en mal estado, se capturó para ver qué le pasaba", explica la veterinaria del CREA, quien precisa que "tras el último chequeo se ha observado que tiene afecciones respiratorias, y hasta no obtener todos los resultados no se podremos saber si estará preparado para volver al medio natural".