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Alcalá la Real

Claro de sol en el Día de la Candelaria

El tiempo fue respetuoso con la tradicional fiesta que abre el mes de febrero alcalaíno

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  • Los palomos portados por niños durante la procesión. -

Fiel a su cita de cada dos de febrero, la procesión de la Candelaría iniciaba su corto itinerario desde la iglesia de Consolación algo antes de las once y media de este sábado. Pese a que la mañana se había tornado algo desapacible fueron muchos los alcalaínos que no quisieron perderse el recorrido de la Virgen de las Mercedes por el Paseíllo de la Mora, con la bella comitiva en la que el gran centro de atención fueron los tradicionales cuatro palomos, dos de ellos ofrecidos por la Real Cofradía del Dulce Nombre de Jesús y ataviados de penitentes y otros dos, por la Cofradía organizadora. No faltó, por supuesto, la tarta, repartida una vez concluida la eucaristía.

Numerosas hogueras habían precedido la noche anterior la celebración de este Día de la Candelaría, víspera en la que, cumpliendo otra vieja tradición alcalaína, en el templo de Consolación se presentaron a la Virgen los niños nacidos durante el último año. La tradición enlaza con el pasaje bíblico de la presentación del Niño Jesús en el Templo de Jerusalén. Precísamente, según numerosos investigadores, el origen de este fiesta con la que se inaugura el mes de febrero, hay que buscarlo en la antigua Roma, donde la procesión de las candelas formaba parte de la fiesta de las Lupercales, celebración que se uniría más tarde a la ya mencionada liturgia de la Presentación de Jesús en el Templo, asociada a los cirios, antorchas y candelas encendidas que portaban los fieles.

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