Tuvo 'un apretón' fisiológico cuando paseaba por el centro de la capital malagueña, y no se le ocurrió otra cosa que entrar en un portal y en un piso, con la puerta abierta, para realizar sus necesidades.
Una actuación por la que fue detenido por la Policía Local, investigado por el Juzgado de Instrucción número 11, y que ha supuesto que un británico, de 51 años, haya sido juzgado durante tres días de este mes de julio, y finalmente absuelto por la Audiencia Provincial.
El Tribunal del Jurado ha considerado inocente a Cristian B, de nacionalidad británica y sin antecedentes penales, del delito de allanamiento de morada por el que fue acusado por el Ministerio Fiscal, que solicitaba para él la pena de seis meses de prisión. Por su parte, la vecina pidió una indemnización de 5.000 euros.
Los hechos enjuiciados ocurrieron el 15 de octubre de 2021, sobre las tres de la madrugada, cuando Christian caminaba por la calle Beatas, en el casco histórico, y acuciado por una urgente necesidad fisiológica, vio un portal abierto y penetró en él. Ya en su interior observó que uno de los pisos tenía la puerta abierta, que circunstancialmente la propietaria había dejado sin cerrar y con la que se cruzó.
El hombre, con las prisas, accedió a la casa pero sin intención de violar la intimidad de la moradora, y tras registrar varios armarios de la entrada en busca de ropa para cambiarse, se metió en el cuarto de baño, utilizó el inodoro y se duchó posteriormente.
ARRESTO TRAS LA DUCHA
Fue en ese momento cuando la propietaria alertó a la Policía, y una patrulla municipal le pilló duchándose y arrestó al ciudadano británico, poniéndole a disposición judicial.
Los pasados 3, 4, y 5 de julio un Tribunal de Jurado ha proclamado su inocencia después de escuchar a Christian y al resto de los testigos tras considerar que "hubo un malentendido entre ellos debido a un problema de comunicación, por no hablar ambos el mismo idioma".
Así se recoge en la sentencia de la magistrada presidenta del tribunal que señala que el acusado pidió permiso en su idioma para usar el baño, ya que se encontraba con una necesidad imperiosa urgente.
La propietaria respondió en sentido afirmativo cuando se le cruzó, señalando hacia la puerta de su casa, que se encontraba abierta e iluminada en ese momento, pero sin saber "realmente lo que le estaba preguntando, y creyendo que Christian se refería a sí esa era su vivienda".
El fallo absolutorio señala que el acusado no cerró el piso, y que si optó por abrir las estancias de la vivienda y muebles "fue para intentar de alguna forma limpiar todo lo que había ensuciado".
"Respecto a la posibilidad de haber acudido a su hotel o a algún otro establecimiento público, no podemos olvidar que ante una necesidad imperiosa y urgente, es difícil dar siquiera unos pocos pasos, mucho menos recorrer 300 metros hasta el hotel y, además, a esas horas de la madrugada no hay establecimientos abiertos", recoge la sentencia.
El británico descartó hacer sus necesidades en la calle, como apuntó el fiscal en la vista oral, porque ello le hubiera parecido "bochornoso", por lo que la única opción fue la adopta de entrar en el portal y la vivienda, en la creencia que la vecina le había dado su consentimiento para resolver esa urgencia.
Para su absolución por este "un error invencible" ha sido determinante la declaración de los agentes de la Policía Local, que señalaron en el juicio que el ciudadano inglés se mostró colaborativo y no opuso resistencia en ningún momento. Las costas judiciales han sido declaradas de oficio.
