PlayStation anunció este jueves que el lanzamiento «The Last of Us Part II», uno de los videojuegos más esperados de la temporada, ha tenido que ser retrasado de forma indefinida debido a la pandemia del coronavirus y no estará disponible, como se esperaba, el próximo 29 de mayo.
«Sony Interactive Entertainment ha tomado la difícil decisión de retrasar el lanzamiento de ‘The Last of Us Part II’ y de ‘Marvel’s Iron Man VR’ hasta nuevo aviso», indicó hoy PlayStation en su cuenta oficial de Twitter.
«Logísticamente, la crisis global nos impide proporcionar la experiencia de lanzamiento que nuestros jugadores se merecen. Por el momento, no hay otros aplazamientos de los que informar, pero os mantendremos al tanto», añadió.
Naughty Dog, la desarrolladora detrás de esta secuela del exitoso e influyente «The Last of Us» (2013), mostró también su desconsuelo por este inesperado cambio de planes provocado por la pandemia.
«Estamos seguros de que esta noticia es tan decepcionante para ustedes como para nosotros», indicó la compañía californiana en su perfil de Twitter.
«La buena noticia es que estamos muy cerca de terminar el desarrollo de ‘The Last of Us Part II’. Estamos solucionando los errores finales. Sin embargo, incluso si finalizamos el juego, nos hemos dado de frente con la realidad de que, por logísticas fuera de nuestro control, no podríamos lanzarlo como querríamos», agregó.
Por ahora no se ha dado a conocer la nueva fecha de lanzamiento para este juego.
El aplazamiento de «The Last of Us Part II» es el primer gran retraso dentro del mundo de los videojuegos debido a la crisis global desatada por la COVID-19, una pandemia que ha dejado consecuencias demoledoras en otras industrias culturales como la música o el cine.
Dos «remakes» de videojuegos que figuran entre lo más destacado de abril, las nuevas versiones de «Resident Evil 3» y «Final Fantasy VII», ya advirtieron a sus seguidores de que podría haber problemas de distribución debido al avance de la enfermedad.
En total
, más de un millón de personas se han contagiado y 51.000 han muerto por la COVID-19, según los últimos datos de la Universidad de Johns Hopkins de EE.UU.