La legislación aprobada, publicada el pasado 7 de agosto, estipula que el pago de la retribución en criptomonedas represente de forma regular una parte fija del salario de los trabajadores por cuenta ajena, excluyendo expresamente a los autónomos de los potenciales perceptores.
Asimismo, la regulación exige que estos criptoactivos puedan convertirse «de forma directa» en una
moneda fiat y que el valor del mismo esté vinculado a una o más monedas fiduciarias.
En opinión del regulador, «no todos los tipos de criptoactivos podrán ser tomados en consideración», explicando que para ser validados como «
sueldo o salario» deben ser lo suficientemente similares a las nociones existentes de salario para lo que no deberán estar sujetos a periodos de bloqueo y se podrán convertir directamente a una moneda fiduciaria, además de que el propósito del activo criptográfico sea funcionar como una moneda.