Alianda

María Terremoto, una voz sin techo

La cantaora volvió a demostrar en el Teatro Villamarta poseer unas dotes propias de las grandes estrellas de la música

Publicado: 01/12/2023 ·
13:23
· Actualizado: 01/12/2023 · 13:25
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  • María Terremoto, en un momento en el Teatro Villamarta -
Autor

Juan Garrido

Periodista jerezano, director y presentador de 'Alianda', el espacio flamenco de Publicaciones del Sur

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El flamenco es objeto de estudio, opinión e información en este apartado que nace en Jerez pero que abarca toda la actualidad andaluza

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El Teatro Villamarta de Jerez abrió su programación navideña la última noche de noviembre con motivo del estreno del espectáculo ¡Que suenen con alegría!, cuyo protagonismo compartieron dos de las voces más relevantes de España, cada una en su género: Ainhoa Arteta y María Terremoto.

Este montaje viene a convertirse en un clásico de cada mes de diciembre, con la dirección de Paco López y un plantel de músicos que se alejan de lo habitual en las fiestas jerezanas. Piano, vientos, instrumentos de cuerda como el contrabajo o violonchelo, así como la guitarra.

No se trata este de un artículo crítico, no es una crónica, pero no podría desaprovechar la ocasión para rendir honores a María Terremoto. Lo de Ainhoa es algo ya más que sabido, ha tocado la cúspide de la lírica con un potencial propio de las divas. Así se muestra la vasca en el escenario, con un desparpajo asombroso y una cercanía que rompía la solemnidad propia de este arte. Pero se agradecía porque, con sus intervenciones y continuos piropos a María Terremoto, se desprendía de una imagen endiosada que suelen tener las que cantan como ella.

Lo que sí queríamos en este blog de opinión es volver a destacar la proyección de la hija de Fernandito Terremoto, quien en el año 2000 estrenaba un gran espectáculo en ese mismo escenario con la peña que lleva el nombre del patriarca de la saga, cambiando desde entonces el rumbo de los villancicos jerezanos para siempre. Esa noche de diciembre, en la que además yo andaba entre bambalinas porque bailaba en un fin de fiesta junto a Capullo de Jerez, Moraíto o la abuela de la cantaora, María Márquez, el propio Fernando cantó el título Patriarca Manuel, de su puño y letra, dedicándoselo a la pequeña María que cumplía “un añito” de vida.

Pues veintitrés años después la criatura es una artista que no tiene techo, no tiene fin, no se pone límites. Así de claro hay que reconocerlo porque qué locura. Qué manera de cantar, que manera de mandar y qué manera de echarse a las espaldas un espectáculo de este tipo. Interpretó varios villancicos, algunos sonados y otros más flamencos como el título Diciembre, que también dejó para la historia del repertorio navideño su padre. Pero cantó en inglés, al son cubano o como si fuera nativa de Nueva York. Quizá no recordemos este espectáculo por ser uno de los mejores que se hayan visto de esta serie, tampoco por tener una calidad escénica impactante o conmovedora, posiblemente lo recordemos por esa garganta de Ainhoa, pero seguro que habrá algo que no se nos olvidara: la voz de María Terremoto.  Volverán a pasar por este teatro en la jornada del 8 de diciembre e irán a Córdoba y Santander.

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