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Huelva

Condenado a dos años de cárcel por la venta de coquinas en época prohibida por toxinas

Se le inhabilita para el ejercicio de cualquier oficio o profesión relacionado con la comercialización y venta de alimentos durante cuatro años

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  • Coquinas. -

El Juzgado de lo Penal número 1 de Huelva ha condenado al titular de un puesto de un mercado de abastos de la capital onubense a la pena de dos años de prisión por tener dispuestas para su venta coquinas en una época en la que estaba prohibida la actividad por la presencia de la toxina DSP.

La sentencia, a la que ha tenido acceso EFE, lo considera responsable de un delito contra la salud pública en su modalidad de tenencia para la venta de comestibles que pueden causar daño a la salud, por el que además de la pena de cárcel le impone el pago de una multa de 5.500 euros. Asimismo, se le inhabilita para el ejercicio de cualquier oficio o profesión relacionado con la comercialización y venta de alimentos durante cuatro años.

Se le concede el beneficio de la suspensión de la ejecución de la pena de prisión que le ha sido impuesta condicionada a que no delinca en un período de tres años. Se considera probado que el condenado, titular de una empresa que regentaba un puesto en un mercado de abastos de Huelva, tenía en su poder siete bolsas de plástico blanco, encontrándose todas ellas fuera de la cámara frigorífica, conteniendo mallas de coquinas destinadas a la venta, rotuladas con nombres de restaurantes, con un peso aproximado de 11 kilos.

Esto lo hacía pese a conocer que dicha actividad estaba totalmente prohibida en esa época por la presencia de la toxina DSP perjudicial para la salud humana al provocar diarreas, vómitos, náuseas y dolores.

Agentes de la Guardia Civil en presencia del acusado, formalizaron acta de inspección, tomaron tres muestras de las diferentes bolsas y le informaron que iban a ser analizadas, siendo llevadas al Laboratorio de Control de Calidad de Recursos Pesqueros de la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía.

Tras su análisis, las coquinas intervenidas dieron positivo en la toxina diarreica. El acusado tenía las coquinas intervenidas en su poder con la única intención de destinarlas al consumo por terceras personas, aunque no consta que resultare algún consumidor intoxicado.

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