Pacific Drive aterriza en PC y PS5, llevándote de vuelta a la época dorada del cine con su estilo retro que recuerda a los clásicos de los 80 y 90. Está diseñado para ser una experiencia de alta calidad.
Prepárate para una aventura única al volante de una station wagon muy especial, donde la conducción se mezcla con lo sobrenatural. .
Hay que empezar diciendo que Pacific Drive se erige como un juego único. Su temática y ‘puesta a punto’ lo hacen un título muy interesante, pero que a buen seguro más de uno necesitara leer este análisis para salir de dudas.
Hay juegos como Disco Elysium o Death Stranding que tienen una marcada personalidad y se salen del canon habitual de la industria. Son esas joyas las que dan un soplo de aire fresco al sector que terminan siendo piezas de culto.
El tiempo dirá si el juego Ironwood Studios y Kepler Interactive llega a esa calificación, pero sí podemos decir que este Pacific Drive nos ha parecido tremendamente adictivo y nuevo. Va más allá de una simple recomendación, pues sus valores conceptuales, de diseño y, en última instancia, sus particularidades, tienen un impacto mucho más profundo.
Un equipo de mucho talento
Pacific Drive logra con éxito todo lo que se propone, lo cual es un mérito que hay que otorgar a Ironwood Studios, un equipo formado en 2019 por varios veteranos de la industria, quienes nos ofrecen en su ópera prima una obra valiente y arriesgada. Presenta una experiencia altamente original al combinar elementos de aventura, supervivencia y conducción en un entorno ficticio ubicado en el noroeste del Pacífico. Ironwood Studios nos narra la historia de una mensajera que, por una serie de eventos fortuitos, se encuentra inmersa en una serie de acontecimientos paranormales. Estos la transportan a una región de la isla que ha estado en cuarentena durante 40 años. Aislada, en medio de la nada y rodeada de extraños fenómenos, nuestra protagonista deberá colaborar con una station wagon para retornar al mundo real sin poner en riesgo su vida o su cordura en el trayecto.
Contando únicamente con un peculiar garaje como refugio y con la guía de varias voces misteriosas en su aventura, nuestra heroína deberá aprender las reglas de este lugar único en el tiempo y el espacio mientras recoge recursos y energía para su próximo desplazamiento. Pacific Drive fusiona elementos de supervivencia, mecánicas de roguelite, una narrativa destacada y una gran dosis de creatividad para ofrecer una experiencia de conducción y exploración completamente novedosa. La verdadera protagonista del juego, la station wagon, se erige como el centro de atención alrededor del cual gira una experiencia de juego cautivadora desde el primer momento, cuya impresión perdura incluso después de soltar el control, similar al sabor duradero de un exquisito vino o un plato japonés repleto de umami.
Realismo y detalles
Destaca por el realismo en su simulación de conducción. Los jugadores deben realizar acciones como encender el motor, liberar el freno de mano, y manejar las luces y limpiaparabrisas manualmente, interactuando con los controles del coche. Aunque pueda sonar trivial, estas tareas cobran importancia cuando se navega por anomalías, manteniendo un ojo en el mapa y otro en la carretera para detectar peligros, lo que añade una intensidad casi épica a la experiencia de juego.
La tarea principal consiste en recolectar objetos y materiales para mejorar o reparar nuestro automóvil, lo cual suele ser necesario. Esto implica detenernos cada vez que encontramos una casa o un almacén para saquear todo lo que podamos; nadie reclama la propiedad, así que no hay lugar para remordimientos. Al menos, así nos lo indican las voces que escuchamos por la radio, personas que, de alguna manera, intentan ayudarnos y que brindan apoyo ocasional en una aventura en la que, físicamente, solo contamos con la compañía del vehículo.
Pacific Drive tiene un desarrollo único que requiere algo de paciencia y tiempo para entenderlo por completo. El nivel de detalle en la gestión del coche es bastante minucioso; cada vez que nos subimos, debemos encender el motor, soltar el freno de mano, encender los faros y activar los limpiaparabrisas si el clima está complicado. Y, por supuesto, es esencial estar pendientes del indicador de gasolina para evitar quedarnos varados. Para eso, siempre es bueno tener un cubo con combustible en el maletero, y si nos topamos con otros coches abandonados, es una buena idea revisar sus tanques para conseguir algo que nos pueda salvar. Entre una misión y otra, podemos mejorar todos estos aspectos en un garaje que funciona como nuestra base de operaciones y al que debemos dedicarle tiempo para su preparación. No hace falta ser un experto en mecánica para hacerlo, aunque al principio puede resultar un poco abrumadora la cantidad de información y opciones al fabricar objetos en la mesa de trabajo, que nos sirven tanto para arreglar y mejorar el coche como para equiparnos con herramientas útiles para explorar la Zona.
La exploración, clave
Recoger recursos no es tan sencillo como podría parecer. Imagina que estás en un mundo donde el terreno cambia constantemente: desde carreteras lisas hasta caminos rocosos y bosques densos donde es fácil desorientarse. Es crucial estar atento al GPS para encontrar el camino más fácil. Pero incluso con un mapa, las cosas no son fáciles. En este mundo, suceden cosas extrañas: el suelo se mueve, hay áreas cargadas de electricidad, radiación y criaturas que se pegan al coche y lo dañan. A veces, cuando menos lo esperas, aparecen obstáculos complicados que te hacen perder el control y dañar tu vehículo. Estos desafíos son parte de la aventura, y tendrás que tomar decisiones rápidas: ¿Arreglar los daños o sigues adelante?
Desafiante, ojo al dato
Pacific Drive plantea un desafío que, si bien puede ser atractivo para los jugadores que buscan retos, podría resultar desalentador para otros. El juego se caracteriza por ser más riguroso que otros en varios sentidos. Por un lado, sus dinámicas demandan serenidad y paciencia; lanzarse de lleno a las misiones principales sin preparación previa casi garantiza un fracaso. Por otro lado, puede surgir polémica debido a que no se permite guardar el progreso durante las misiones, lo que añade una capa extra de dificultad y potencial frustración.
La decisión de no permitir guardar la partida en Pacific Drive, aunque alineada con su filosofía de juego, puede resultar complicada para quienes no disponen de mucho tiempo para jugar. Las misiones extensas, que pueden superar la hora de duración, junto con la posibilidad de perder todo el progreso si se abandona o falla la misión, añaden un nivel de tensión y desafío. Aunque se pueden ajustar ciertas penalizaciones en los ajustes para suavizar la experiencia, la restricción de no guardar puede hacer que algunos jugadores encuentren el juego menos accesible y disfrutable.
Pacific Drive es un verdadero tesoro de videojuego, nacido de un modesto estudio que comenzó su aventura en 2019 con solo cuatro personas durante la pandemia. Con el tiempo, el equipo creció hasta los 20 miembros, todos dedicados a crear una experiencia de alta calidad. Visualmente, el juego es impresionante, con momentos de asombro cuando elementos como la niebla, la lluvia y las luces se combinan con las anomalías para generar una atmósfera impresionante. La experiencia se complementa con una banda sonora que se puede disfrutar desde la radio del coche, siempre y cuando no haya anomalías cerca que interfieran. La selección musical varía, a veces complementando la acción y otras veces ofreciendo un contraste que enriquece la experiencia del jugador.
Una experiencia fresca
Pacific Drive ofrece una experiencia de juego completa, rebosante de carácter y originalidad. Aunque no he entrado en detalles sobre la historia para evitar revelaciones, los jugadores pueden esperar una narrativa cautivadora, llena de humor y un trasfondo rico para aquellos interesados en sumergirse en su universo.