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sociedad

Campaña para proteger los derechos y la educación de las niñas

Invertir en la educación de las niñas implica mejorar su futuro y multiplicar las posibilidades de romper el círculo de la pobreza

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  • Educación.

Invertir en la educación de las niñas implica mejorar su futuro y multiplicar las posibilidades de romper el círculo de la pobreza.

Las niñas son las que mayor riesgo tienen a ver vulnerados sus derechos tanto en su integridad física, psicológica y sexual, entre otras. Esta vulnerabilidad surge desde el propio derecho de existir.

Una forma de luchar por los derechos de las niñas es educándolas, logrando la igualdad y su empoderamiento a través del derecho a la educación. Es por ello que la ONG Plan International creó la campaña “Por ser niña” en 2007, cuyo principal objetivo es conseguir que los líderes mundiales se comprometan a garantizar al menos 9 años de educación universal, gratuita y de calidad, para desarrollar el potencial de las niñas.

De los más de 100 millones de niños que hay en el mundo, dos terceras partes, (que son niñas), no van a la escuela; asimismo de 875 millones de analfabetos que hay en el planeta, dos terceras partes son mujeres. La limitación de la educación posterior a la primaria hace a la mujer más propensa a sufrir abusos o a carecer de la información para prevenir el VIH/SIDA por ejemplo. En África subsahariana, las niñas se contagian con mayor frecuencia que los niños, en el grupo demográfico de entre 15 y 24 hay dos niñas contagiadas por cada niño.

Además, la falta de educación afecta a su derecho de decisión: la mitad de las mujeres que viven en países en vías de desarrollo se casarán antes de los 20 años. Y tampoco contarán con los suficientes elementos para proteger su vida en caso de embarazo precoz. En África, una mujer tiene una gran posibilidad de morir al dar a luz. La mutilación genital femenina en ese país y otras regiones aún sigue vigente, y afecta a más de 130 millones de niñas.

Invertir en la educación de las niñas es inteligente y necesario, por cada año extra de educación secundaria habrá un aumento de 10% y 20% de ingresos en la niña convertida en adulta, y las mujeres tienden a invertir en su familia, lo cual causa un efecto multiplicador para romper la pobreza en el mundo.

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