¡Que viva la lucha de las mujeres andaluzas!

Publicado: 20/12/2018
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Andalucía más que verde

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Ecología política aplicada a nuestro día a día y de cómo conseguir una Andalucía próspera, sostenible y ecofeminista

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El año 2018 ha marcado un hito histórico en la lucha de las mujeres por la igualdad
El año 2018 ha marcado un hito histórico en la lucha de las mujeres por la igualdad. El 8 de marzo fue memorable en España y las mujeres salimos a la calle para reivindicar con más fuerza que nunca la supresión de la brecha salarial, acabar con los techos de cristal, lograr la corresponsabilización de los hombres y de la sociedad en las tareas de cuidados, o acabar con la lacra de la violencia machista. Algunas cifras hablan de más de 6 millones de personas de todos los ámbitos.

En otras partes del mundo también el 8 de marzo las mujeres hicieron historia. Países como Estados Unidos empezaron en enero a movilizarse con el Movimiento ‘Me Too’ poniendo el foco, tras años de silencio, en el acoso sexual sufrido por las actrices en el mundo cinematográfico, o el movimiento Women,s March que sirvió también de revulsivo y repulsa absoluta frente a la actitud misógina y machista del presidente Donald Trump.

La era Trump supone un peligro de involución y pérdida de derechos fundamentales para las mujeres y su estela salpica a cualquier parte del mundo. En tiempos de recortes y austeridad y a pesar de los muros que está levantando, el contagio de las políticas de Trump contra las personas a continentes como Europa, está haciendo que algunos gobiernos, interesadamente, busquen sectores especialmente vulnerables para responsabilizarlos de lo que está sucediendo. La mejor defensa es un buen ataque y promover el odio hacia los otros suele dar buenos resultados a gobiernos incapaces de hacer una gestión solidaria y honesta.

En este momento los mismos que aplican los recortes y fomentan la precariedad laboral y la pobreza, pero no imputan ni un solo euro de sus beneficios económicos al bien común, son los que están culpabilizando a las personas migrantes, muchas de ellas mujeres en situación de extrema vulnerabilidad, de los recortes, el paro, la precariedad laboral, la pérdida de poder adquisitivo y la reducción de prestaciones y servicios públicos.

El reflejo de este contagio lo tenemos en países como Francia, Bélgica o más recientemente España, donde partidos de extrema derecha o grupos radicales están proliferando como setas con discursos vacíos de contenido político, propuestas y proyectos, y llenos de odio y rechazo hacia grupos especialmente vulnerables como las mujeres o los migrantes.

 

Los resultados de las recientes elecciones andaluzas el pasado 2 de diciembre han supuesto un terremoto político en Andalucía que no puede desestabilizar ni un ápice el camino emprendido por las mujeres para alcanzar la igualdad real.

 

Para ello es fundamental que el movimiento feminista esté más cohesionado que nunca, y más allá de las diferencias que podamos tener, en ningún caso antagónicas sino complementarias, reconozcamos e identifiquemos perfectamente a quienes quiere laminar nuestros derechos y establecer un frente común. En este frente tenemos que estar todas las compañeras feministas, porque el enemigo no es otro que la intolerancia abanderada en forma de muros y construida sobre la base de la mentira y la falsedad. Los partidos de extrema derecha quieren atrincherarse en el camino para frenar el progreso y la prosperidad de las mujeres de nuestra tierra y no permitiremos que inicien ese camino en Andalucía.

Aún nos queda un largo camino para lograr la igualdad real y la situación cada una de nosotras es muy distinta y diversa. Cada mujer es única y sufre una parcela distinta de desigualdad, por su origen, procedencia, raza, identidad sexual, situación económica, diversidad funcional, etc. Mujeres migrantes, rurales, diversas funcionales, ejecutivas, cuidadoras, mayores, jóvenes, racializadas, etc. Todas y cada una sumamos y somos más de la mitad del mundo, y “si nosotras paramos el mundo se para”.

Por todo ello tenemos que blindar nuestros derechos y seguir movilizándonos hoy más que nunca. Se avecinan tiempos de involución en Andalucía y tenemos que unir nuestras fuerzas para defender lo logrado, pero también para seguir visibilizando a todas las mujeres de cada ámbito, apoyándonos y plantando cara a los recortes en nuestros derechos.

 

La prevención es fundamental: en salud, en educación, en seguridad, en justicia. Tenemos que seguir dotando las instituciones, los servicios sanitarios, las escuelas y los juzgados de recursos humanos y técnicos, de formación, de nuevas tecnologías, de protocolos de acompañamiento a las víctimas de violencia machista, de garantía habitacional a los niños y niñas, víctimas también de violencia machista, de apoyo específico a las mujeres acosadas sexualmente o víctimas de trata, en su mayoría migrantes o mujeres del campo que contribuyen con su esfuerzo a subir el producto interior bruto de nuestra economía, trabajando en muchos casos en situaciones de semiesclavitud, de los derechos de las mujeres transexuales, de la coeducación de niñas y niños, etc.

 

Una de las “contrapropuestas” planteadas por la extrema derecha en Andalucía, es la supresión de la Ley de Prevención Integral contra la Violencia de Género, cuando aún ni siquiera se ha dotado de los recursos necesarios para abordar todas las medidas propuestas, y con 46 mujeres asesinadas en lo que llevamos de año. Esto es una buena prueba de la inconsciencia de un partido político que no trata a las mujeres como iguales y que quiere seguir fomentando el estatus y privilegios de una “clase de hombres” que aún no han asumido que no daremos ni un paso atrás.

Por todo ello estaremos alerta ante el cambio de gobierno andaluz. No podemos ser tolerantes frente a la intolerancia y estaremos preparadas y unidas para plantar cara a la desigualdad, la injusticia y la violencia contra las mujeres.

La mejor manera de hacerlo es seguir tejiendo una alianza firme y sólida entre todas, poniendo semillas de cooperación que hagan crecer un campo amplio de esperanza para el futuro de las generaciones venideras de hombres y mujeres en Andalucía.

Isabel Brito Cabeza

Coportavoz de EQUO Huelva y miembro de la Red EQUO Mujeres

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