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A un Racing sin pólvora se le indigesta el roscón de Reyes

Únicamente la falta de puntería le privó de un mejor resultado

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  • Por segunda vez esta temporada los portuense no consiguieron batir la meta rival a pesar de las ocasiones. -
Tres días después de la justa victoria conseguida ante el Puerto Real, el Racing Portuense no pudo traerse nada positivo en su visita a Córdoba. Los racinguistas intentaron refrendar el juego que desplegaron una jornada antes sin demasiada suerte de cara a gol. Esta vez, los cambios en el equipo no dieron el resultado previsto en un equipo que fue de menos a más con el paso de los minutos.
El once presentaba algunas variaciones respecto a la que saliese tres días antes en el Sancho Dávila. Por un lado, volvían Silva y Mere que tras sus sanciones recuperaban sus posiciones. Otro que retornaba a la titularidad fue el portuense Alberto Fernández que lo hacía después de varias jornadas sin hacerlo.
Las condiciones del césped tras las últimas lluvias caídas condicionó el primer gol cordobesista tras el resbalón de Juanma que poco pudo hacer para evitarlo. Todo hubiese cambiado si en la primera ocasión que salió de las botas racinguistas se hubiese estado acertado. La jugada no pudo tener un final más negativo pues a la siguiente serían los locales los que tras un saque de córner y tras aprovechar el resbalón del canterano en el momento menos inoportuno, Dani Cabanillas inauguraría el marcador. El lamentable estado del césped de la Ciudad Deportiva no ayudó mucho a que el juego raso brillase.
Manzano viendo que al toque poco se podía hacer decidió adelantar líneas y con un fútbol directo intentaba llegar sin complicaciones al portal local. Esto hizo que en ocasiones las pérdidas de balón dificultase la circulación normal del cuero. Tras el gol inicial y las llegadas visitantes hicieron que el partido entrase en un entretenido toma y daca.
Las ocasiones se sucederían y la mejor hasta entonces, llegaría de las botas de Carlos Peces en el minuto 25’ en la que su tiro lamió el palo ante la desesperación del gaditano que sólo pudo ver como su balón con marchamo de gol, salía fuera.
Pascual, medio centro local, era el responsable de crear todo el juego moviéndose sin mayores problemas por el círculo central llevando las riendas del juego de los cordobeses. Antes del descanso y con un Racing intentando llegar al mismo buscando el empate, el Córdoba B tuvo la oportunidad perfecta de aumentar su cuenta pero en esta ocasión Cabanillas no se mostró tan afortunado como en el primer gol y su lanzamiento salió lejos del portero Ismael.
Los rojiblancos, ayer nuevamente de azul, se animarían y por mediación de Lolo Prado tendría otra oportunidad de igualar la contienda obligando a sacar los puños al portero verdiblanco.

Segunda mitad rojiblanca

Tras la reanudación y sin cambios, los de Manzano lo seguirían intentando. El míster sanluqueño modificaría el dibujo táctico alternando las posiciones entre José Antonio y Alberto al igual que Lolo Prado que retrasaría su colocación para juntar aún más las líneas defensivas. Por su parte, Peces atrasaría su lugar dejando la media punta y ayudando mucho más en tareas creativas.
José Antonio por partida doble empezó a crear problemas a la defensa local gracias a su rapidez y movilidad. Y es que el hasta entonces mejor del encuentro, Pascual, ya no tenía la libertad de movimientos que gozó en la primera parte haciendo que el Racing mantuviese el balón más tiempo en su poder.
Esto lo aprovecharía un entonado José Antonio, aún con problemas físicos, se convirtió en el mejor jugador racinguista llevando las mejores ocasiones ofensivas al área local. Los racinguistas jugando a la contra merecían un mejor premio.
Y es que a medida que pasaban los minutos se encontraban más cómodos sobre el maltrecho césped. De ahí, Lolo Prado tuvo la ocasión perfecta para poder haber igualado el marcador tras el fallo del portero Coca que en boca de gol, lanzó por encima del larguero.
El Racing cada vez más a gusto decide ir a por todas y buscando con insistencia el empate. Las ocasiones se sucederían una tras otra encerrando al Córdoba B en su área sin que nadie consiguiese anotar algunas de las innumerables oportunidades disfrutadas en los últimos minutos.

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