El gran consumo cae casi el 1% pero crecen las marcas 'Top' y las blancas

El gran consumo en España se ha reducido el 0,8 por ciento en volumen entre enero y septiembre con motivo de la crisis.

El gran consumo en España se ha reducido el 0,8 por ciento en volumen entre enero y septiembre con motivo de la crisis pero sigue aumentando el de las 30 marcas "Top", el 2,1 por ciento, así como el de las marcas blancas o de distribución, el 2,6 por ciento, según un informe elaborado por la empresa Kantar.

Durante una rueda de prensa, la directora del Servicio al Cliente de Kantar Worldpanel, Raquel Arribas, explicó este lunes que ese 0,8 por ciento de reducción del gran consumo, en volumen, se corresponde con una disminución del 2,5 por ciento del mismo en términos de valor, motivada especialmente por el descenso registrado por los productos frescos, el 4,3 por ciento en volumen, y el 3,2 por ciento en valor.

Por su parte, los alimentos envasados se han reducido el 0,6 por ciento en volumen de consumo y el 1,8 por ciento en términos de valor durante los tres primeros trimestres respecto al mismo período del año anterior.

Arribas destacó el avance en el consumo de las principales marcas y así ocho de casa diez hogares compra Coca-Cola y seis Nestlé y Casa Tarradellas, respectivamente.

Las 30 marcas "Top" han generado en el último año una facturación de 5.400 millones de euros, lo que representa el 14,5 por ciento del valor total del mercado.

El gasto medio anual por consumidor en artículos, por ejemplo de la marca Dodot, ha ascendido a 120 euros; el de Puleva, a 62 euros, y el de Coca Cola, a 53 euros.

Los hogares pagan por estas marcas "Top" el 90 por ciento más que por las blancas y son percibidas por el consumidor como "originales, innovadoras e inspiradoras de confianza".

El incremento de la cuota de mercado entre éstas se ha debido a la atracción de nuevos compradores y no a un aumento de gasto de los clientes en cartera.

Frente al aumento del consumo de las marcas "Top" y de las blancas, el total de las marcas de fabricante ha caído el 3,7 por ciento, en términos de valor, según los datos.

Las previsiones a medio plazo son que se espera una mejoría en el consumo de alimentos, pero un descenso en el de productos de droguería y perfumería, más acentuado en estos últimos meses.

Arribas describió al consumidor actual como una persona ahorradora que administra de forma "inteligente" su presupuesto y para quien "el precio es lo más importante" y prefiere comprar barato y con calidad, es decir "ahorrar para lo que quiere", para lo que más desee e incluso para el futuro.

Se trata de un ciudadano ecologista aunque no a cualquier precio, dado que sólo el 43 por ciento de los consumidores pagaría más por productos que no dañaran el medio ambiente.

Internet gana cuota de mercado y, según los datos, el 28 por ciento de las amas de casa menores de 35 años dice que lo usaría para hacer la compra, mientras que 2,5 millones de hogares lo ha utilizado para ello alguna vez en el último año.

El informe incluye un apartado sobre hábitos de consumo previstos en un horizonte de unos 15 años, en 2025, y las cifras revelan que, aunque no parece que vaya a crecer la demanda, sí se transformará.

Así, habrá más hogares, pero de menor tamaño, y además se vivirá un "senior boom", y casi el 30 por ciento de la población será jubilada frente al 22,8 por ciento actual.

La oferta se tendrá que "adaptar" a los nuevos tipos de consumo, con la distribución de envases más pequeños o raciones individualizadas para familias con menos miembros, que pasarán de una media de 2,7 a 2,4.

Arribas destacó que en el grupo de población mayor o senior es "la edad la que marca lo que se va a consumir", puesto que se ha comprobado que este colectivo, que "cada vez gasta más" y cuya tendencia es comprar más veces en cantidades menores, no arrastra las costumbres adquiridas con la edad, sino que adapta las compras a las nuevas necesidades.

El grupo senior de 2025 se sentirá más atraído por conservar sus marcas, le preocupará más la salud y tendrá más tiempo para cocinar, con lo que consumirá más productos frescos y de alimentación seca y menos droguería y bebidas.

Incluso aparecerá un nuevo nicho de negocio, que se denominaría "la cuarta edad" y que lo integraría ese colectivo de mayores de 80 años.

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