Cinco días de silencio, en los cuales trascendía a la opinión pública el contenido de sus alegaciones, para que ayer, viernes, el concejal se decidiera a comparecer públicamente ante los medios afirmando de entrada que el asunto había sido utilizado para “ponerle una diana en la frente” tratando de poner a la opinión pública en su contra.
En este sentido, el edil socialista aseguraba que sus alegaciones se habían hecho conforme al ideario de su partido; es decir, desde el debate previo y después de haberlo puesto en conocimiento del alcalde de Estepona, el socialista David Valadez. Según López, ésta afirmación significa por ende que en ningún momento ha tratado de conseguir nada que se aleje de enriquecer el convenio urbanístico que permitirá en un futuro la construcción de la universidad en Estepona, ya que él es el primer interesado en que ésto suceda. Con tono emocionado, el concejal insistía en que probablemente no habría nadie en la Corporación actual que desee más que el proyecto de la Universidad sea una realidad, teniendo en cuenta que lleva más de veinte años involucrado por su condición política en el mismo, recordando además que él mismo firmó ya el primer borrador de convenio.
“Si me he equivocado, me he equivocado por mi pueblo, porque mis alegaciones sólo pretenden lo mejor para él”, aseguraba López, insistiendo en que el convenio en cuestión es un convenio urbanístico que pretende hacer realidad el proyecto de la universidad a través de un sistema de compensación, en el que no se define la hoja de ruta a seguir para la construcción de la Universidad porque, según afirma el edil, no tiene por qué. Es precisamente por este asunto por el que el concejal alega en su documento, que el Ayuntamiento debería optar por el sistema de expropiación, permitiendo así al Consistorio obtener casi un 50% de los terrenos, posición de la que partir para empezar a negociar la edificabilidad del 0,1% hasta un 0,22% máximo, para que en el caso de que al conveniar el desarrollo del sector se acordara una edificabilidad superior a este último índice, esa diferencia con el 0,22% se compensara a la propiedad en otro sector.
Asimismo, el edil insiste en sus alegaciones en la necesidad de elaborar por una parte un informe económico de las empresas propietarias de los terrenos, que tienen que depositar un aval de 43 millones de euros para el desarrollo de las infraestructuras del sector afectado por el convenio, así como que por otra parte sería necesario la elaboración de un segundo informe que avalara la equidad del acuerdo a suscribir entre ambas partes.
Flecos sueltos
Durante la exposición y explicación del contenido de las alegaciones del edil, éste aseguró que sus propuestas, que tendrán que ser determinadas por los técnicos que las analicen, lo único que pretenden es no dejar flecos sueltos en un convenio que debe asegurar el desarrollo posterior de la universidad, ya que a día de hoy el documento publicado en el BOP es un convenio urbanístico y no, como la gente lo denomina, el convenio de la Universidad. Precisamente en esta defensa de sus alegaciones, el concejal aseguraba que no iba a permitir ni a propios ni a extraños que sus propuestas sean utilizadas contra su alcalde socialista.
La densidad
Volviendo al contenido de sus alegaciones y respecto del número de viviendas a construir en el suelo una vez desarrollado, López, invitaba a la reflexión teniendo en cuenta que el convenio existente estima unas 6.000 viviendas a construir en los suelos, una vez desarrollados. En este sentido, el edil aseguraba que esta cifra había que enmarcarla en la zona Oeste, donde hay que sumar las más de 5.000 viviendas a construir por Valle Romano y las 2.000 en Cortijo de Enmedio. Una cifra que multiplicada por los 2,4 habitantes por vivienda que marca el parámetro establecido por Ley, dan una población de 30.000 habitantes en la zona; una cifra que según el edil no es sostenible en absoluto a su entender.
“Permitiendo ésto, estamos dejando pasar de nuevo otra oportunidad de desarrollo inmobiliario sostenible que sea atractivo para el turismo y para la economía en general, como ya hiciéramos con Parque Central, que en su día pudo ser la cremallera entre el casco histórico y la zona de Huerta Nueva, o la zona que discurre desde el Puerto Deportivo hasta la gasolinera BP del Polígono”, afirmaba Sergio López, quien advertía que con estas edificabilidades y número de viviendas, Estepona está perdiendo una de las pocas oportunidades que tiene ya de convertir a Estepona en una ciudad atractiva para los futuros inversores.