Publicidad Ai
Publicidad Ai

Antonio y Pedro invierten el destino del último ?cheque bebé?

El nacimiento del primero se adelantó y el del segundo se retrasó

Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai Publicidad Ai
  • Estela, junto su hijo Pedro. -
El destino ha cambiado de manos el que posiblemente deba considerarse como último cheque bebé que el Estado va a entregar en Jerez. Lo saben bien Francisco, Estela, Antonio y Noelia, los padres de Pedro y Antonio, respectivamente. Los primeros esperaban que el nacimiento de su primogénito se produjera a principios de la semana que ahora concluye. Los segundos, por el contrario, estaban convencidos de que la llegada al mundo de su pequeño tuviera lugar en la segunda quincena del mes de enero.

Los unos contaban por tanto con los 2.500 euros del cheque bebé; mientras los otros empezaron a resignarse desde el momento en el que el Gobierno anunció el fin de la prestación. Sin embargo, el destino quiso que los papeles se intercambiaran.

Noelia Cabeza y Antonio Sánchez, de 31 y 29 años de edad, llegaron al Hospital del SAS de Jerez a las 07.00 horas del jueves 30 de diciembre. A las 21.10 horas del viernes 31 nacía Antonio, el primer hijo de esta pareja, que reside habitualmente en Chipiona. Antonio pesó al nacer 3,630 kilogramos. El parto se desarrolló con absoluta normalidad a pesar del considerable adelanto sobre la fecha prevista inicialmente.

Estela Fernández y Francisco Molero, de 31 y 32 años de edad, respectivamente, aparecieron por el Hospital sobre las 19.00 horas del último día del año. A las 07.10 horas del 1 de enero nacía finalmente Pedro Molero Fernández, con 4,060 kilos de peso y en perfecto estado de salud.

En contra de lo que pudiera pensarse, ambas parejas coincidieron al afirmar que en ningún momento de las horas previas al natalicio miraron al reloj para ver si sus vástagos venían al mundo antes de que expirase el plazo para la entrega de los famosos 2.500 euros. El asunto económico quedaba en un segundo plano.

Quizá fuera porque tanto Antonio como Pedro tienen la suerte de que sus padres trabajan. Los padres del primero ejercen como camarero y encargada de tienda; mientras que los del segundo son periodista y enfermera, respectivamente.

Junto a Antonio, Noelia, Francisco y Estela, familiares y amigos que celebraban el feliz nacimiento de estos dos pequeños cuyos destinos posiblemente se cruzaran por obra y gracia de una decisión gubernamental que ahora queda ya en un segundo plano.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN