Andalucía

Kiev explora vía diplomática ante incertidumbre en EEUU y falta de resultados

La posibilidad de abrir un proceso de negociación directo o indirecto con Rusia para poner fin a la guerra está ganando protagonismo

Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
  • Kiev. -

La posibilidad de abrir un proceso de negociación directo o indirecto con Rusia para poner fin a la guerra está ganando protagonismo en el discurso del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en un contexto marcado por la incertidumbre sobre la continuidad de la ayuda de EE.UU. y la falta de resultados positivos para Kiev en el frente.

“Zelenski quiere estar preparado para lo que pueda venir, y busca tener lista una alternativa”, dice a EFE el sociólogo y analista político Andrí Chernousov, vicepresidente del Instituto para las Investigaciones Sociales de Járkov, que alude a la posibilidad de que Ucrania deje de recibir ayuda de EE.UU. si Donald Trump vuelve a la Casa Blanca.

Volodímir Dubovik es profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Nacional Mechnikov de Odesa y el experto en política de EE.UU. más respetado de Ucrania. “Zelenski intenta hablar con todo el mundo, incluyendo a Orbán, sobre todo porque sabe que Orbán es cercano a Trump y a otros políticos de derechas”, dice Dubovik en una entrevista con EFE.

Ucrania pierde terreno

Chernousov cita como otro factor que Zelenski piense en abrir la vía diplomática el hecho de que Ucrania siga perdiendo terreno en el frente del este. “Si la situación actual se prolonga durante los próximos años tendremos aún menos territorio”, explica el sociólogo.

Pese a que la idea de ceder territorios sigue siendo un tabú en la narrativa oficial de Kiev, la administración de Zelenski ha desplazado del centro de sus mensajes el imperativo de volver a las fronteras con las que Ucrania declaró su independencia en 1991.

El presidente y el resto de dirigentes ucranianos han aceptado además que a Ucrania no se le garantizará su adhesión a la OTAN en el corto plazo.

Ante esta situación, Kiev ha apostado por firmar acuerdos de seguridad bilaterales en los que sus socios se comprometen a ayudarle militarmente durante los próximos diez años. El objetivo de la prosperidad económica y la consolidación de Ucrania como un Estado viable ha sustituido al de la recuperación de todo el territorio ocupado por Rusia en el centro del discurso oficial ucraniano. 

¿Una cumbre con Rusia?

A finales de la semana pasada, Zelenski anunció que presentará antes de final de año un plan detallado de paz que espera contar con el aval de sus socios y podría ser presentado en una segunda edición de la Cumbre por la Paz impulsada por Kiev que tuvo lugar en Suiza a mediados de junio sin la participación de Rusia.

Varias voces oficiales ucranianas se han mostrado abiertas a invitar a Rusia a esta eventual segunda cita que, según dijo el propio Zelenski esta semana, podría tener lugar antes de que termine 2024.

El jefe del Estado ucraniano hizo este último anuncio durante la visita a Kiev del primer ministro húngaro, Víktor Orbán, a quien pidió que utilizara su “liderazgo” para ayudar a Ucrania a preparar la cumbre.

Orbán se ha mostrado contrario a armar a Ucrania y a sancionar a Rusia desde el comienzo mismo de la invasión, y es el dirigente occidental con mejores relaciones con el presidente ruso, Vladímir Putin.

Kiev podría estar buscando en el primer ministro húngaro una vía de comunicación con el líder del Kremlin, al que, según medios magiares, Orbán planea visitar en los próximos días.

Por su parte, Orbán pidió a Zelenski que considere la posibilidad de invertir el orden de la hoja de ruta que plantea para la paz y se abra a un alto el fuego que, a su juicio, aceleraría unas hipotéticas negociaciones para poner fin a la guerra. 

Un “emisario” de Putin

Chernousov considera a Orbán como un “emisario” de Putin. Su visita habría servido a ambas partes para conocer recíprocamente sus percepciones ante las demandas del otro.

El profesor Dubovik no ve a Orbán con suficiente peso político para tener un “papel significativo” en un eventual proceso negociador entre Ucrania y Rusia, pero sí cree que puede servir de intermediario entre los dos bandos.

Con su visita a Kiev y la que podría hacer próximamente a Moscú, Orbán da relevancia a la recién estrenada presidencia húngara del Consejo de la UE e “intenta presentarse como un actor político independiente capaz de influir en favor de la paz”, señala Dubovik.

Al tiempo que el estancamiento de la guerra hace evolucionar el discurso oficial en Kiev, medios de comunicación y líderes de opinión ucranianos empiezan a plantear escenarios de negociaciones y cesión de territorios considerados tabú hace sólo unos meses.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN