Antonio López ‘Cantinflas’

Publicado: 15/07/2024
Autor

Manuel Varo Pérez “Ica”

Autor que cantara a su pueblo por carnavales y escribiera parte de su historia en Barbate Información, Trafalgar Información y Viva Barbate

Tambucho y Emparrillao

Narrador empedernido de un paraíso llamado Barbate, donde la naturaleza se distingue por su belleza

VISITAR BLOG
Aunque a la Patrona la embarcaban en el puerto desde el 1961, debido a que todavía el puerto estaba en construcción, la regatas y cucaña aún se hacían en el río
Tendría que remontarme al 16 de julio de 1966 para contar esta historia que ocurrió en el Río Barbate a la altura de la ‘barca pasaje’. Era una embarcación sin quilla y con dos portalones laterales, cuya travesía se realizaba tirando de una ‘amarra’ que pasaba por su cubierta (parte de la proa). De ella tiraban barquero, niños que iban a jugar a la  ‘jarbina’;ganaderos que pasaban las vacas retintas y ganado del Retín para sacrificar en el Matadero Municipal, y personas que traían caracoles, hortalizas y recova procedente del Soto, Manzanete y Zahara. Después de pasar por el portalón que les protegía del fango, abonaban el “arbitrio municipal en la casilla de rentista”, para que pudieran realizar su distribución o ejercer la venta ambulante.  En Barbate había dos casillas más: en la esquina del Cine Puerto y  junto a la Venta Arturo, – nunca vi tirar de la ‘amarra’ a los Guardias Civiles que embarcaban con los caballos que montaban para vigilar por el ‘Lao lla’.

Aunque ya la Patrona la embarcaban en el puerto desde julio de 1961, debido a que todavía el puerto estaba en construcción, las regatas y cucañas aún se hacían en el río, más cercano que aquel lejano y desangelado puerto que dividía la playa chica de la Yerbabuena. Así que vivíamos las Fiestas del Carmen en el río. Para los niños resultaba fácil incumplir las advertencias que nos prohibían bañarnos antes de la Virgen del Carmen, porque desde “la barra" al " pozo montano" había miles de lugares para cometer el pecado de la desobediencia: un bote, un “tambucho”, un "emparrillao", o un “corcho de la almadraba" era suficiente para convertirnos en el Tom Sawyer de Mark Twain jugando en el Misisipi. Los niños aunque sin el "folio", éramos patrones de nuestras suerte, pero aquel 16 de julio, las advertencias que nos decían nuestras madres se cumplirían . Una mala marea se llevaría la vida de Nicolás Diego Guerrero, un chico de 19 años. Por mucho que Antonio Alba Moreno y otros niños llamaran a CANTINFLAS, que haciendo uso de sus poderosos pulmones tras varias `zambullá´ logró sacarlo con vida de las garras de la marea, ya era demasiado tarde y aquella feria se vestiría de luto.

Cantinflas era un joven muy campechano que ya iba a La mar y tenía unas cualidades extraordinarias: cruzaba el río "aguantando resuello"; pasaba por debajo de las quillas de los barcos en el muelle; en la playa pasaba por las piernas de veinte o más niños antes de salir a la superficie, o liberar el arte de las palas cuando el barco "copejeaba" en alta mar tan solo con unas gafas y un cuchillo. Por eso, que además de ser un talismán para los patrones, se convertiría en nuestro ídolo. Desde entonces los niños incluimos en nuestros juegos bucear en la playa o en el río, donde  entre otros, destacaba José Jordán Canto (Pepe el de Victor). Lo que son las cosas, este simpático joven que marchó a Castellón cuando la crisis de la pesca, después de conquistar el ahora conocido mundo de las apneas, su ilusión de mayor era llenar sus poderosos pulmones con el humo de los puros más grandes, por lo que sus amigos le guardaban los que se repartían en las bodas.

 Con todo mi cariño va este recuerdo a Antonio López `CANTINFLAS´ que falleció en mayo de 2024. Aunque en mi memoria seguirá buceando por los mares de cielo.   

© Copyright 2024 Andalucía Información