Córdoba

El sargento que montó la cuerda en Cerro Muriano alertó de que el agua cubriría a soldados

Este militar ha declarado hoy ante el Tribunal Togado Militar Central número dos de Madrid, en el marco de las declaraciones de la fase de instrucción

  • Militares acordonando la zona. -

El sargento que colocó la cuerda que debía garantizar la seguridad de los soldados que tenían que cruzar el lago en el que murieron dos de ellos en la base de Cerro Muriano avisó a sus superiores de que estaba ubicada en una zona donde el agua les cubriría por completo.

Este militar ha declarado hoy ante el Tribunal Togado Militar Central número dos de Madrid, en el marco de las declaraciones de la fase de instrucción sobre la muerte de dos soldados en diciembre pasado en la base cordobesa, que se iniciaron el pasado martes.

Según ha explicado a EFE el abogado Luis Romero, que representa a la familia de Carlos León, soldado sevillano fallecido en este suceso, este sargento ha asegurado que un capitán que también está investigado le dijo "únicamente que montara la cuerda como en otras ocasiones, pero no le dio instrucciones al respecto", aunque un teniente, también investigado, le especificó "que intentara que cubriera durante ese trayecto lo máximo posible".

Ha especificado que, anteriormente, había montado esa cuerda en dos ocasiones, "y que sabía que tenía que montarla igual que lo había hecho anteriormente, que era como cuerda guía", ya que su principal función era la de guía del ejercicio, "y puede servir de impulso en algún momento para una persona, pero no más".

En su declaración ha indicado que, cuando terminó de montar la cuerda, le envió las coordenadas por WhatsApp al capitán, que le preguntó si la había puesto en un sitio donde el agua cubriría a los soldados, lo que le confirmó, además de sostener que no sabía qué tipo de actividad se iba a hacer, "que no le habían especificado nada".

Ha concretado que el mismo día del ejercicio no estuvo presente en el mismo por estar enfermo, y fue un sargento primero el que tensó la cuerda antes de comenzar, en una declaración en la que no ha contestado a las preguntas de la acusación particular, limitándose a responder al juez, Fiscalía y su propio abogado.

Inicialmente, este sargento no estaba investigado, pero pasó a serlo tras declarar como testigo, y en esta misma jornada declara un capitán como último testigo investigado.

Las declaraciones se iniciaron el pasado martes con tres testigos, que dieron paso a un teniente y el capitán responsable directo de los ejercicios en los que fallecieron ahogados los dos militares, maniobras que consistían en el cruce de un lago y que se realizaron a temperaturas muy bajas.

Posteriormente, el miércoles declararon cuatro altos mandos aforados, concretamente dos coroneles, un teniente coronel y un comandante, que formaban parte de la cadena de mando de la Brigada Guzmán el Bueno X, con base en Cerro Muriano.

Está previsto que el lunes termine la fase de instrucción del proceso, a falta de que el juez dicte su auto de procesamiento, así como los escritos pertinentes que aporten tanto la Fiscalía Militar como la acusación particular en nombre de los familiares de los soldados fallecidos.

Durante toda la fase de instrucción ante el juez militar de Madrid, tanto militares que participaron en las maniobras, como peritos e investigadores de la Guardia Civil constaron que los ejercicios de realizaron con escasas medidas de seguridad.

Concretamente, un informe de los Grupos de Especialistas de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil (GEAS), elaborado tras la inspección del lago de la base de Cerro Muriano (Córdoba), ha puesto de manifiesto que las medidas de seguridad de las maniobras mortales no eran suficientes.

Además, el informe apunta que las maniobras acuáticas en las que fallecieron los dos militares "carecía de las necesarias medidas de seguridad", principalmente en cuanto a la falta de ambulancia, personal sanitario y la "cuerda" que supuestamente servía de "línea de vida". 

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