Solía decir el exalcalde de Arcos Juan Manuel Armario (PP) que “segundas partes no son buenas”, y eso que fue tentado más de una vez a la reelección. El concejal de Alternativa Independiente Progresistas (Ai-Pro) Leopoldo Pérez ha tenido no dos, sino hasta tres o cuatro vidas políticas, pero todo tiene un fin. El que ha sido, y lo será hasta el próximo pleno, primer teniente de Alcalde y delegado de Infraestructuras, Medio Ambiente y Barrio Bajo, renuncia a su acta como concejal con todo lo que ello implica; en primer lugar, y por el futuro de la ciudad, de cara a la reorganización de funciones en el equipo de Gobierno donde es un peso pesado. Y luego, porque con él se marcha inexorablemente “un animal” político de las últimas casi cuatro décadas en Arcos de la Frontera.
Su renuncia no va más allá de “asuntos personales”, es decir, una explicación como mínimo ambigua y que da pie a elucubraciones que este medio ha intentado despejar. Leopoldo Pérez asegura que no renuncia porque esté implicado en un proceso judicial por un caso de macroenchufismo -así lo describe la misma Justicia- en el Ayuntamiento que tuvo su origen en su primer mandato (2011-2015) y que podría dilucidarse en tan solo unos meses, y no precisamente en su favor. Pérez es el único concejal de la Corporación que aparece imputado y su continuidad en caso de sentencia condenatoria dañaría inevitablemente al equipo de Gobierno. Este extremo se evita. Y tampoco renuncia por posibles desavenencias con el resto del equipo de Gobierno cuya mayoría está en manos del PP.
Con este panorama, el concejal compareció el martes hasta dos veces con idénticos argumentos; primero en la sede de Ai-Pro, flanqueado por compañeros y donde se remitió a la grata experiencia de haber servido a la población de Arcos en el ejercicio de su función pública, y donde sin duda recibió todo un rosario de halagos del secretario General, Manuel Erdozain, quien lo describiría como buen compañero, mejor amigo, político, buen gestor y, en suma, colega de viaje en su particular ilusión por la política y la transformación social.
Luego, poco después, segunda comparecencia con la totalidad del equipo de Gobierno, esta vez en el Ayuntamiento viejo, en la Plaza del Cabildo, en la que Leopoldo Pérez no acabaría de explicar esas cosas “que se han quedado a medias” o “en el tintero” dentro de sus compromisos con la población. Y son varias a tenor de lo mucho que queda aún a este mandato municipal. En este caso, sería el alcalde de la ciudad, el popular Miguel Rodríguez, quien agradecería públicamente y en nombre de toda la Corporación el trabajo realizado por el renunciante, su dedicación institucional y enumerar todas las virtudes posibles hacia quien ha sido inevitablemente su mano derecha como primer teniente de Alcalde desde que dio comienzo el mandato. Desde luego, era condición ‘sine qua non’ del pacto de gobierno alcanzado por ambas formaciones, PP y Ai-Pro.
El hecho de la renuncia a su acta de concejal abre inevitablemente varias interrogantes; en primer lugar cómo afectará al reparto de competencias, quién le suplirá de la lista electoral de Ai-Pro y si la renuncia obligará a una revisión del pacto de gobierno. En todo caso, tanto el secretario General de Ai-Pro como el alcalde de Arcos han defendido el grado de preparación y responsabilidad de su actual equipo para asumir posibles nuevas funciones. Además, hay otro interrogante que afectaría a las retribuciones económicas del equipo de Gobierno, pues Leopoldo Pérez solo cobraba del Ayuntamiento por la asistencia a órganos colegiados al percibir una pensión por jubilación. Cuestiones que necesariamente se tendrán que ir despejando en las próximas semanas e incluso meses. De hecho, el propio alcalde ha reconocido que ahora tendrán que sentarse de nuevo para reestudiar el pacto de gobierno, unas negociaciones que recaerían nuevamente en él mismo como máxima figura del PP arcense y en el secretario General de Ai-Pro, Manuel Erdozain.
Adiós a un hombre cordial
Leopoldo Pérez Capella llegó hace 47 años a Arcos procedente de Extremadura. Ha trabajado por la educación pública como maestro hasta su jubilación, sobre todo en el colegio Alfonso X El Sabio donde dejó un profundo poso y cientos de amistades repartidas por el barrio. De hecho, sus compañeros más próximos le envidian sanamente por el cariño y respeto que la población le ha mostrado todos estos años. Como político, Manuel Erdozain llegó a decir que ha sido “el mejor delegado de Fiestas que ha tenido Arcos”. Y el alcalde lo define como persona que ha dado la cara en todo momento por la ciudad, sus problemas y sus alegrías.
Aunque sus comienzos en política fueron en el desaparecido Partido Andalucista, en 2006 fundó Ai-Pro junto a un grupo de compañeros con el que configuró el que ha sido el partido independiente más importante de la historia de Arcos, por longevidad, constancia y relevancia institucional. Desde entonces ha sido una pieza fundamental en su partido, en el que seguirá militando y trabajando para que el proyecto político continúe adelante. Pero su paso por la institución municipal ya es historia de la política local.
Como “es de bien nacido ser agradecido”, el concejal se marcha dando las gracias a la vecindad de Arcos, a sus compañeros e incluso a los medios de comunicación que han sido testigos directos de sus andanzas políticas.
