Uno de los acontecimientos más esperados de la Navidad roteña era el Belén Viviente. Una cita entrañable que proponen cada año desde hace casi una década desde el colegio Salesianos en colaboración con la Hermandad del Santo Entierro. La expectación del pueblo por poder visitar este Belén Viviente, único en la provincia por ser el único teatralizado, se percibió en las colas kilométricas que se formaron en las inmediaciones de la Plaza de España, donde se situó una vez más este evento, desde las 18:00h- cuando comenzó con la primera visita de la mano de los chicos de APDIR-, hasta bien pasadas las 22:00h., cuando se dio por finalizada la primera sesión de las dos que se desarrollarán durante el fin de semana. Mañana domingo, volverá a abrir sus puertas en un horario algo atípico- de 11:00 a 14:00h.- a causa de las previsiones de lluvia que, aunque otros años resultaron ser causa de cancelación, en esta ocasión el municipio pudo disfrutar del Belén Viviente bajo un cielo totalmente despejado, que compuso un marco absolutamente fascinante cuando comenzó a caer la noche.
Es entonces cuando la luz de las antorchas colocadas por todo el centro histórico guiando el camino hasta la última escena situada en la plaza Bartolomé Pérez, aportó al ambiente un toque especial. Casi auténtico al que pudieron presenciar los vecinos de Belén de Judea hace más de 2.000 años, cuando presenciaron el nacimiento de Jesús. Mostrar la vida tal como era aquel entonces no debe ser nada fácil, aunque los chicos del colegio Salesianos, junto a los hermanos de la Hermandad del Santo Entierro, la reflejaron bastante bien. No descuidaron ningún tipo de detalle. Desde las vestimentas de la época, hasta los distintos puestos artesanales que ofrecieron productos de proximidad durante el camino como pan, objetos de alfarería, metales forjados sobre un yunque, tejidos de lana, legumbres, poleá o buñuelos. Pastores, artesanos y romanos.
Niños más pequeños, pero también mayores. Muchas fueron las personas que fomaron parte de un Belén Viviente muy participativo que, incluso, contó con animales vivos. Cabras, gallinas, pavos, ponis..., etc. El casco histórico quedó transformado por completo. Desde la Plaza de España hasta la calle Cuna, situada cerca de la plaza Bartolomé Pérez, pasando por las calles O’Donnell, Ángel García López, Puyana, Constitución, entre muchas otras, que sirvieron para escenificar los diferentes pasajes de la historia de Jesús. También el Castillo Municipal formó parte del decorado. Allí, coincidiendo con esta ocasión especial, se reunió la corte del Rey Herodes que ofreció otra de las muchas escenas que formaron parte de este Belén Viviente.
Mañana domingo se presentará como una nueva oportunidad para disfrutar de este Belén Viviente, en horario de 11:00 a 14:00h. antes de echar el cierre hasta el año siguiente.