Don ‘Jesús el Maestro’ regala al pueblo de Barbate su enésima lección magistral

Esta semana hemos quedado con Jesús León Fernández para hablar de su padre, conocido cariñosamente como ‘Jesús el Maestro’, quien con 86 años, este respetado maestro retirado no solo ha dejado una huella imborrable en sus alumnos, sino que también ha liderado una campaña ejemplar para limpiar y proteger los espacios naturales del municipio. Una iniciativa que comenzó con un gesto sencillo pero significativo y que ha movilizado parte de la comunidad.  Pero vayamos por partes.

Jesús León quiere, en primer lugar, hablar de ‘Los Basuguillas, un grupo de voluntarios con inquietudes ambientales similares a las que tenemos en nuestra familia” y que “en su momento crearon ese grupo que ha formado parte de campañas de recogida de basuras que se han llevado a cabo en Barbate”

Y es que “ese espíritu por mantener limpio nuestro entorno siempre ha existido en el pueblo, lo que ocurre es que unos lo han hecho por un lado, otro por otro, en grupos o de forma individual, así que llegó un momento en que decidieron unirse y coordinar esos esfuerzos creando Los Basuguillas”

“Y el pasado año, a través de las redes sociales, los integrantes de este grupo se interesaron por la iniciativa que emprendió mi padre y dos de sus miembros decidieron unirse para luego integrar a la familia en ese grupo para que cada vez que se hacía una quedada se contara con más voluntarios. La idea era sumar y por eso nos metimos en ese grupo de Whatsapp”

“La mayoría son vecinos y vecinas de Barbate, aunque ahora se han incorporado gente de fuera, incluso contamos con uno grupo de polacos y una holandesa, la cual está muy motivada”, explica Jesús León.  “Con ese grupo nos dedicamos a limpiar el pueblo, nos centramos en el entorno natural, como la zona del pinar, las playas, la marisma”.

La enorme figura de Jesús El Maestro

Dicho esto, nos centramos ahora en la figura de su padre, Don Jesús, el Maestro. Una persona que se ha ganado a pulso el respeto de la comunidad a través de su peculiar forma de ejercer como docente, con métodos que ahora se utilizan pero que en sus años a veces se tachaban como excéntricos. “Enseñaba de una manera alternativa. Para hablar de la fotosíntesis, sacaba a los alumnos de clases y se los llevaba al campo. O los días en los que les decía que iban a crear poesía y se llevaba al alumno a la playa para que sintieran el viento, el mar para después componer un poema. Esa creatividad marcó a muchos vecinos”, rememora con orgullo su hijo, y es que “había gente que incluso lo tachaba de loco (risas), pero ahora esa forma de docencia se está aplicando porque es la más efectiva tal y como ya se ha demostrado en muchos países europeos”.

Jesús “empezó en el Colegio Baessipo, por aquel entonces denominado Generalísimo Franco. De ahí pasó al Parvulario que estaba en el edificio de piedra que está junto al Cine Avenida, para volver al Baessipo hasta prejubilarse”.

Actualmente Jesús cuenta con 86 años. Nació en Los Palacios. “Mi madre era de Constantina”. Municipios ambos de la provincia de Sevilla. “Se conocieron porque mi padre tenía un grupito musical que iba de pueblo en pueblo y así se conocieron. Se sacó las oposiciones más bien tarde, siendo su primer destino la zona de Asturias, a un pueblo muy pequeño en el que mi madre lo pasó un poco mal. Ahí nacieron mis tres hermanos mayores. Luego pidió destino para volver al sur y lo destinaron a Utrera. Más tarde, como ya conocía esta zona porque hacía camping en la zona de Los Caños, se vino porque le encantaba. Yo llegué con tres años y mi hermano Raúl estaba recién nacido y ya nos quedamos. Vamos que me considero barbateño de pura cepa”.

Una vez que se prejubila, ya totalmente asentado en Barbate, “comienza a desarrollar otras facetas como su pasión por la filosofía, la psicología y la meditación zen. Estuvo muchos años practicando meditación. Se iba a retiros con distintos maestros como Paco Millán. Aquí tuvo un Dojo cerca de la playa, cerca de las pistas de pádel, donde practicaba la meditación e incluso tuvo sus alumnos”.

Siempre ha tenido un lado espiritual, “aunque luego se fue centrando más en el estudio de los grandes filósofos. Un hombre con inquietudes marcadas y cuando quería aprender algo, lo hacía. Por ejemplo, cuando estuve en Castellón un tiempo, él vino para acompañarme y aprendió a hacer cuscús a través de una vecina marroquí que vivía en el mismo bloque. Durante muchos años estuvo haciendo un cuscús espectacular. Lo mismo con la cocina india. Es decir, cuando quería aprender algo, se centraba y lo hacía”.

Otra de sus inquietudes se centraba en el medio ambiente y la naturaleza. “Cuando estaba en el Parvulario, creó un huerto en un terreno. Una iniciativa que es muy conocida en el pueblo. Además, se hacía cargo de los niños más conflictivos y los llevaba al huerto como parte de una especie de terapia que funcionaba bastante bien”.  Por eso y por otras muchas más cuestiones, “mi padre es recordado como un profesor que inculcaba valores y que marcó la vida de varias generaciones de alumnos en Barbate”.

El origen de la iniciativa

En cuanto a la iniciativa contra la basuraleza, la misma la emprendió  meses atrás, en agosto del pasado año. “Mi padre vive en la Calle Cal y Canto, junto a la cuesta donde se ubica el mercadillo del Piojito. Él se da sus paseos por la zona, por la linde del Parque Natural. Y claro, no podía evitar fijarse en la cantidad de basura. Se quejaba mucho y una vez cuando iba con mi hermana dando un paseo, ella le dijo que se le apetecía ir sola para limpiar la zona. Mi padre se quedó con la idea y al sábado siguiente, tras pensar durante toda la semana, dijo que quería comenzar una campaña de limpieza del entorno comenzando por la parte del Piojito. Mi hermana asintió y le dijo que le iba a ayudar. Así que un sábado se fueron los dos y estuvieron un rato limpiando. Hablamos en agosto del pasado año. Dio la casualidad que una pareja se acercó a ellos porque compartían la misma inquietud. De hecho, a la mujer incluso se le saltaron las lágrimas al ver a mi padre, un hombre de más de 80 años, recogiendo la basura que otros vecinos tiraban sin ningún tipo de escrúpulos. Le dio un sentimiento enorme. Mi padre la tranquilizó y ella le dijo que si iban a quedar otro día, que le gustaría ayudar. Claro, a mi padre le marcó ese sentimiento y se marcó el objetivo de llegar a más gente del pueblo para crear más conciencia medioambiental. Y así empezó todo”.

La segunda quedada, el 6 de septiembre, “fue más a nivel familiar y es cuando hicimos la primera publicación por redes sociales. Ahí fuimos mi padre, dos hermanos y dos sobrinos. Recogimos prácticamente toda la basura de la zona colindante entre el mercadillo y el parque natural hasta la Casa del Forestal. Mi padre compró las bolsas, los guantes… Tras publicarlo en redes, las reacciones fueron increíbles y es que mi padre es una persona muy conocida y sobre todo muy respetada. Viendo la reacción, comenzamos a darle forma y a las siguientes quedadas ya empezaron a venir voluntarios fuera de la familia”.

Meses de trabajo y un punto de inflexión

El recorrido de la recogida ha sido desde la zona del Piojito, la circunvalación hasta la rotonda del Aldi, luego el Cementerio, luego nos fuimos a la zona del Recinto Ferial, también al Polideportivo, “donde estuvimos en tres ocasiones y aún así quedaron cosas como escombros, muebles… De ahí pasamos a la Barriada de la Fátima, a la que dedicamos tres jornadas también… Todos los sábados desde septiembre”.

“Hemos hecho recogidas desde treinta bolsas industriales hasta ochenta y cinco bolsas industriales en una jornada”, explica Jesús quien añade que “a las quedadas acudían una media de entre diez y veinte personas, lo que denota que sí existe una cierta concienciación ciudadana. Lo importante es que hay que actuar”.

El 30 de noviembre fue un punto de inflexión porque el mensaje que se quería dar ya se había lanzado. “El mensaje de ese día de de mi padre, que era la imagen de este movimiento, estaba dirigido al pueblo de Barbate en el sentido que él había dedicado tres meses a limpiar la basura del entorno natural del pueblo. Con ilusión y con esfuerzo durante todos los sábados. Pero ahora le toca al pueblo mantenerlo limpio, él ya había hecho su trabajo y lanzado ese mensaje tan necesario. Había dado el paso y ahora es el pueblo el que debe seguir, sobre todo manteniendo limpio ese entorno”.

Jesús ha dado ese primer paso para visualizar el problema y crear concienciación. “Lo ha hecho con ilusión y sin esperar nada a cambio, solo por el amor a Barbate y al privilegiado entorno natural en el que está enclavado. Pero no podemos olvidar que cuenta con 86 años y que tras tres meses es hora de que el pueblo actúe”. 

La semilla ha germinado

La iniciativa, por su parte, “ha parado, pero los voluntarios seguimos con la campaña y las quedadas para limpiar a través del grupo Basuguilla”. Para formar parte de ese grupo solo hay que ponerse en contacto con los miembros del mismo. Y es que desde el 30 de noviembre se ha seguido quedando todos los sábados.

“Todo el mundo es bienvenido. Y es una labor necesaria. Es un movimiento por el bien de la comunidad. Barbate lo tiene todo… parque natural, marismas, río, playas… y la gente debe ser consciente del privilegio que supone poder contar con ese entorno. La gente debe ser consciente de la importancia de cuidarlo, mimarlo, amarlo, respetarlo. Hace falta más conciencia de pueblo”, porque bien señala Jesús León, “es necesario respetar nuestra casa y nuestra casa es Barbate”.

La necesidad de coordinación

Por otro lado, “no podemos dejar de señalar que las autoridades competentes deben tomar partido en este asunto. Hay ordenanza municipal que sanciona a quienes tiren basura y esa ordenanza debe ser aplicada. Debe mejorarse la coordinación entre las distintas áreas y entre todos los actores. Desde los ciudadanos, pasando por la Policía Local y el personal de Limpieza Viaria. Por ejemplo, antes nadie se ponía el casco hasta que comenzaron a poner multas y ahora casi todo el mundo que va en moto lo lleva puesto”.

Paco Muñoz Jarillo, edil de Limpieza Viaria, ha colaborado en varias campañas, al igual que otros ediles como Juanmi Muñoz, de Vías y Obras. Jarillo “ha colaborado junto a su familia y también como concejal nos ha aportado material porque necesitamos mano de obra pero también medios como bolsas, guantes y demás. La verdad es que cuando le hemos pedido que nos mande un camión para llevarse las bolsas, nos lo ha mandado casi al instante. En ese sentido, quiero que se destaque su apoyo porque nuestra labor no es contra el Ayuntamiento como algunos han intentado decir, sino complementaria. Eso sí, nos gustaría mantener una reunión con el responsable de Seguridad Ciudadana, el jefe de la Policía Local y con el responsable de la Guardia Civil para exponer la necesidad de que hay que hacer algo. Sé que existen pocos medios pero hay que intentar realizar un esfuerzo complementario”.

Lo cierto es que “hay conciencia medioambiental en gran parte de la población pero también hay otra parte que no respeta y tiene comportamientos incívicos, lo cual afecta al pueblo en su conjunto y a sectores tan importantes como el turístico. La imagen de la basura nos perjudica a todos y no podemos pagar justos por pecadores”.

“Desde que formo parte de esta campaña”, señala Jesús, ver cómo se maltrata Barbate y su entorno natural “me afecta incluso más”, aunque “este espíritu me lo ha inculcado mi padre desde que era un niño”.

Aún queda mucho trabajo por hacer pero se ha sembrado una semilla que está germinando con fuerza gracias a un grupo de voluntarios como los Basuguillas y gracias a iniciativas como la de Jesús el Maestro. El mensaje está claro, “este pueblo tiene un enorme potencial pero hay que mirar por él, hay que quererlo. Se ha recogido basura que ha llenado más de seiscientas bolsas industriales tras un esfuerzo importante pero a la vez ilusionante de unas buenas personas. Ahora hay que mantenerlo y que cada vecino aporte su grano de arena ya sea colaborando, ya sea no ensuciando”.

Hablamos de una iniciativa que también quiere entrar en los centros educativos del pueblo para que se involucren y para llegar a los más jóvenes, porque la concienciación mientras antes se implante, mejores resultados da, porque mientras antes aprendamos a querer y respetar a nuestro pueblo y a su maravilloso entorno natural, antes dejaremos atrás una problemática que a quienes lo amamos y respetamos, nos hace saltar las lágrimas y nos llena de impotencia y rabia. Si quieres a Barbate, lo primero que debes hacer es respetarlo… no se ensucia lo que amas, ese debería ser nuestro lema.