La comparsa sevillana, debutante sobre las tablas, representa con su tipo a la cigüeña encargada de traer a los niños y niñas a la vida, aunque se presenta con forma de mujer. Redundan en la idea del tipo en los pasodobles. En el primero reconocen su error al darle un hijo a personas que no se lo merecen. Sacan la pala en el segundo, para esos bebés que se enfrentan a turbulencias y no logran llegar a su destino. Calentón (que huele a pollo asado) en el primer cuplé, en el que buscan novio. Tras el dramón del segundo pasodoble, resulta un poco incongruente que el chiste del segundo cuplé vaya sobre un chiquillo que se les cae por el camino, queda perjudicado y resulta ser Echenique. Bastante mejorable en cuanto a ejecución el popurrí, para cerrar un discreto pase.
Lo mejor Son jóvenes y tienen margen de mejora, algunas voces individualmente destacan
Lo peor La ejecución, especialmente en cuanto a instrumentación, es muy mejorable