Las más de 800 personas que integran la plantilla de Qualytel en Jerez siguen, dos semanas después de haber protagonizado una huelga contra las condiciones que la empresa pretendía imponer en el nuevo convenio colectivo, sin saber cuál será su futuro, toda vez que, como explicó a este periódico Juan Miguel Zarzuela, de UGT, la compañía no ha dado ningún paso para desbloquear la situación.
Zarzuela, tras admitir que las negociaciones se hacen al más alto nivel, en Madrid, subrayó que no se ha producido cambio alguno en la postura de la empresa porque intenta dilatar cuanto más mejor el proceso “para ahorrarse el mayo r dinero posible”.
El delegado de UGT explicó que aunque en Jerez este tipo de empleo -por la precariedad general del trabajo- suele ser bastante estable, en el resto de España es un trabajo muy temporal, de personas que lo buscan para estar una corta temporada mientras le sale otra cosa, por lo que cuanto más tiempo pase sin negociarse el convenio más personas habrán dejado el trabajo con derecho a cobrar los atrasos correspondientes al convenio anterior, que ya venció hace un año y siete meses.
Sigue el temor
Con todo, ese asunto no es el que más preocupa a la plantilla, ya que, como quedó claro con la huelga nacional protagonizada el pasado 1 de julio, el problema está en los numerosos recortes que la empresa pretende imponer a sus trabajadores.
UGT subraya que entre ellos está el que pretende despedir con una simple carta de cualquiera de las empresas a las que da servicio en la que ésta alegue que necesita menos personal.Este sistema permitiría a Qualytel pedirles a estas empresas que les facilite un documento en donde indiquen que no so necesarios un determinado número de trabajadores que, automáticamente, podrían ir a la calle, “sin tener siquiera que demostrar que ese documento es real”, explicaron desde UGT.
Qualytel se ha desprendido en los dos últimos años de alrededor de 600 trabajadores.
