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La Quiniela deja un premio de 1,5 millones en La Granja

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  • El afortunado acertante aún no ha dado ninguna muestra de su identidad
La suerte, en forma de sorteo o de habilidad a la hora de elegir resultados, le ha vuelto a sonreír a la jerezana barriada de La Granja. Y es que en menos de cuatro meses, la rubia de oro -como ya le empiezan a llamar algunos de sus vecinos ante la fortuna que está repartiendo entre los habitantes de este barrio- ha dado de nuevo un premio que, esta vez, asciende a 1.480.961,82 euros.
Fue en la jornada 30ª de La Quiniela, celebrada el pasado domingo día 11, cuando apareció en esta ciudad un boleto de 14 aciertos con un único acertante. El boleto, de cuatro apuestas automáticas (dos euros), fue validado en la establecimiento receptor número 42.120, cuya actividad principal es la prensa, y que se encuentra situado en la plaza Ronda, siendo su titular Fátima Ordóñez y su marido, Salvador Yuste.
Hasta el momento, el acertante ha decidido permanecer en el anonimato, ya que hasta el mediodía de ayer no había cobrado su premio ni se había acercado a conocer las últimas noticias, aunque existe otra posibilidad, ya que “casi seguro que será un vecino de La Granja que todavía no se ha dado cuenta que es el ganador”, comentaba ayer Fátima Ordoñez entre risas.
Ya el pasado septiembre, este mismo establecimiento se convirtió en el amuleto de la suerte de un acertante jerezano que cobró un total de 2.918.701 euros tras ser agraciado con un premio de primera categoría -seis aciertos- en el sorteo de la Primitiva. En esa ocasión, este vecino de La Granja celebró su fortuna de la mejor de las formas: regalando el pan de El Pilar (establecimiento que regentaba) a sus vecinos de toda la vida y compartiendo una parte de su fortuna con sus compañeros de barrio.
Ahora, y a la espera de que se conozca oficialmente quién es el agraciado con este premio de la Quiniela, la atención se centra en las otras quinielas, las que hace la gente para adivinar quién es el agraciado y muchos vecinos reconocen que empiezan a mirar de reojo a sus conciudadanos para ver si, de repente, alguno de ellos da un giro inesperado a su vida (con casi 1,5 millones de euros se puede cambiar muchos aspectos de la vida de una persona) y aciertan quién es el afortunado ganador.

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