La plaza de San Antonio lleva a los gaditanos de paseo por el tiempo

La cantante Inma Mora presenta la banda sonora del Bicentenario ?Aires de libertad?

  • Un artesano ataviado como en 1812 trabaja en una imagen con la Iglesia de San Antonio al fondo. -
  • Gran expectación en el primer día del Mercado
  • Todos los productos que se ofrecen en este evento son cien por cien artesanales

No, no es que H. G. Wells y su máquina del tiempo se hayan llevado de viaje a los gaditanos, aunque bien lo parece, pero lo cierto es que en el ambiente que se respiraba ayer en la plaza de San Antonio, y que se respirará hasta el domingo, nadie diría que se está en el Cádiz del año 2009 del siglo XXI, sino en plena invasión napoléonica.
El Mercado Doceañista de la Unión de Comerciantes de Cádiz echó ayer a andar y ni el fuerte temporal de levante que se vive en estos días en Cádiz impidió que muchos gaditanos se personaran en la plaza de San Antonio para asistir a tan variopinto espectáculo. Un total de 80 puestos se han desplegado, de artesanos venidos desde Toledo, Salamanca y Segovia, además de los locales.
Todo el producto que se puede encontrar en este Mercado Doceañista es “totalmente artesanal”, tal y como constató el presidente de la Unión de Comerciantes de Cádiz, Salvador Muñoz.
Gastronomía, decoración, aromaterapia, higiene personal o complementos son algunos de los productos que se pueden encontrar en el Mercado Doceañista, además de escenificaciones históricas, atracciones e incluso animales.
Fueron la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, y la gerente del Consorcio del Bicentenario, María Luisa García Juárez, quienes se encargaron de inaugurar el evento, en el que se presentó también el tema de la banda sonora del Bicentenario, Aires de libertad, de Inma Mora.
Durante toda la mañana hubo varias visitas de alumnos de colegios de Cádiz y de la Bahía, tónica que se va a mantener hoy y mañana, y es que son los niños los que más sorprendidos se quedaron de ver un espectáculo semejante, pues todo estaba caracterizado, o eso se pretendía, como en el Cádiz de 1812.

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