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Londres, Obama, Zapatero

La cumbre del G-20 en Londres salió mejor de lo que muchos temían o deseaban, sobre todo por lo que tiene de rectificación del sistema capitalista y de corrección de sus abusos...

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La cumbre del G-20 en Londres salió mejor de lo que muchos temían o deseaban, sobre todo por lo que tiene de rectificación del sistema capitalista y de corrección de sus abusos. El debut mundial del presidente Obama ha sido un éxito, como el desarrollo y conclusiones de la cumbre. En ella el presidente Zapatero ha desempeñado un papel importante de mediador entre potencias y de impulsor de la persecución de los paraísos fiscales, lo que acredita su capacidad y su voluntad de poner a España en el lugar que le corresponde. Es decir, muy lejos del vergonzoso papel que nuestro país tuvo que desempeñar cuando su Gobierno se arrodilló ante los dictados de George Bush y sus aventuras guerreras que condujeron al mundo a situaciones catastróficas. Obama y Zapatero han sintonizado desde el primer momento y su cordial encuentro de Londres confirma la nueva era de las relaciones entre los dos países. Obama ha sabido armonizar los esfuerzos y los intereses de todos los países presentes en Londres y esa es la mejor noticia que se nos podría dar en plena crisis.

Desgraciadamente, esas venturas coincidían en el tiempo con el agravamiento de la crisis política del PP, que se estremecía con la implicación judicial de su tesorero nacional y de uno de sus más significados eurodiputados, primero con el silencio de Rajoy y luego con el apoyo explícito de éste a los dos implicados, pese al movimiento de protesta y malestar en el seno del propio partido. La comida del consejero de Justicia y del presidente del Tribunal Superior de Madrid es una simple anécdota si se la compara con el fondo del asunto, que es el tsunami de presunta corrupción en el seno del partido de Rajoy. El presidente del PP debería cesar de inmediato a los dos nuevos implicados y ponerse a disposición del presidente del Gobierno para apoyarle sin tonterías ni pretextos en la lucha contra la crisis económica, sobre todo cuando ya ha quedado tan claro que Zapatero es capaz y es eficaz en esa lucha.

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