“El PSOE no ha aprovechado el potencial de esta tierra”

Publicado: 28/02/2016
Coincide con el PSOE en la reivindicación del 28F, pero le afea que haya intentado patrimonializarlo
Juan Manuel Moreno Bonilla (Barcelona, 1970) afronta su segundo 28F como presidente del PP andaluz tras tomar las riendas del partido en marzo de 2014. Su diagnóstico es claro: el camino recorrido desde 1980 ha catapultado a la comunidad hacia mayores cotas de bienestar, pero la corrupción ha frenado el que debería haber sido su avance real.

-El 28F coincide este año con un encendido debate sobre la unidad territorial, más aún tras la insistencia de Podemos en incluir la revision del modelo en un hipotético acuerdo de gobierno o investidura. ¿Cree, como hace el PSOE, que es momento de reivindicar aquel legado frente a las aspiraciones secesionistas?

-El 28 de febrero de 1980 los andaluces reclamamos ejercer el derecho de autonomía en pie de igualdad con las comunidades denominadas “históricas” que ya lo habían alcanzado: Cataluña, País Vasco y Galicia. El legado fundamental del 28F es esa reivindicación de la igualdad de los andaluces con respecto al resto de los españoles, de no ser menos que nadie, de querer para nosotros lo mismo que habían logrado otros. Lo que pretenden Podemos y sus marcas blancas no es otra cosa que romper ese equilibrio, esa equidad entre los territorios, y crear españoles de primera y españoles de segunda. El PSOE fue el que, con José Luis Rodríguez Zapatero, encendió la mecha del independentismo catalán y de aquellos polvos vienen estos lodos. Y el PSOE es el que, con Pedro Sánchez, ha cedido senadores a partidos que quieren romper con España para que tengan grupo propio en el Senado. Susana Díaz, por cierto, ha autorizado esa maniobra con su silencio, porque aún no ha dicho qué piensa ante tal cesión a los independentistas.

-¿Qué ha ganado Andalucía desde 1980 con el sistema de autogobierno exigido en la calle?

-Andalucía ha prosperado desde 1980, al igual que lo han hecho el resto de España, de Europa y del mundo occidental. Ha sido, por tanto, una evolución lógica y natural. Tan innegable como eso lo es el hecho de que Andalucía no ha sido capaz de converger con la media de España y sigue estando a la cabeza del paro y del abandono escolar y a la cola en desarrollo económico. Hay autonomías que no lograron el grado de autogobierno de Andalucía y en cambio han alcanzado cotas de bienestar tan buenas o mejores. La autonomía por sí sola no basta, hacen falta gestores solventes y capaces.

-Y por contra, ¿qué se ha dejado por el camino? ¿Qué queda pendiente tres décadas y media después? ¿Acaso la lacra del paro y la corrupción o hay más?

-La corrupción es una de las mayores lacras que tenemos en Andalucía. Muchísimo dinero se ha perdido en casos como los ERE, Invercaria, los cursos de formación, los avales de la Junta de Andalucía, el caso Jeremie… Si no se hubiera perdido tanto dinero público, tal vez Andalucía habría progresado más y hoy estaríamos a la cabeza del desarrollo y no del paro. Esto es como la pescadilla que se muerde la cola: cuanta más corrupción, menor desarrollo y al contrario, cuanto menos se progresa, mayor es la corrupción. La corrupción en la Junta de Andalucía tenía una clara finalidad: tejer una red clientelar para permitir que el PSOE se perpetuara en el poder. Y no es que lo diga Juanma Moreno, lo dice la juez Alaya en sus autos del ‘caso ERE’.

-Andalucía es la única comunidad monocolor desde 1980, no ha conocido otro Ejecutivo que no sea el PSOE. ¿Cuál es a su juicio el legado del Gobierno socialista?

-Tiene luces y sombras. El PSOE no ha sabido aprovechar el potencial de esta tierra, que ha pecado de conformista y ha sido incapaz de llevar a Andalucía a las cotas de desarrollo y bienestar para las que está capacitada. El PSOE ha tenido un objetivo prioritario por encima de los demás: perpetuarse en el poder a toda costa. Y ahí apareció la corrupción.

-¿Qué habría cambiado en Andalucía si el PP hubiese alcanzado el Gobierno en aquellas elecciones de 2012 que ganó pero que al final le relegaron a la oposición?

-Es muy probable que Andalucía tuviera hoy menos parados y fuera más competitiva, que nuestros autónomos tuvieran más facilidades para desarrollar sus negocios, que los profesionales de nuestra sanidad y nuestra educación públicas gozaran de mayor estabilidad laboral, que la Administración fuera más eficiente al tener más funcionarios y menos cargos políticos designados ‘a dedo’ y que los controles internos funcionaran para evitar derroches y despilfarros de fondos públicos. Un gobierno del PP hubiera puesto en marcha medidas de regeneración democrática como la limitación de mandatos o la revitalización del Parlamento con trabajo ordinario 11 meses al año y tres plenos al mes. Se hubieran levantado las alfombras de la Junta, con auditorías de los entes y consejerías en los que se han fraguado los grandes casos de corrupción. Además, sería un Gobierno colaborador con la Justicia para esclarecer la verdad y recuperar el dinero perdido. Ojalá el PP hubiera podido gobernar, porque la fiscalidad sería menor y la injusticia del Impuesto de Sucesiones y Donaciones sería historia. En el PP hemos iniciado una campaña para reducir ese impuesto a su mínima expresión. Si no lo suprime ahora Susana Díaz, será lo primero que yo haga cuando sea presidente de la Junta.

-¿Qué piensa al oír a Podemos proclamar que se acabó el ‘café para todos’? ¿Están en peligro principios como el de igualdad territorial o la solidaridad?

-El PP, que es el partido más votado por los españoles, va a hacer valer su presencia en el Congreso, en el Senado y en cualquier institución para impedir que partidos neocomunistas como Podemos, en su desmedido afán revisionista, destruyan lo que con tanto esfuerzo hemos construido todos los españoles desde la Transición.

-¿Teme que el PSOE acabe cediendo a las presiones territoriales de Podemos pese al mandato en contra del Comité Federal?

-Confío en que eso no ocurra, aunque no podemos descartar nada, desgraciadamente. Echo de menos que la presidenta de Andalucía alce la voz contra un pacto que perjudicaría a nuestra comunidad si se quebrara el principio de solidaridad interterritorial. Me preocuparía mucho más que, si se repiten las elecciones, el PSOE se debilitara frente a Podemos. Lo he dicho y lo repito: España necesita un PSOE fuerte y con sentido de Estado y altura de miras. En estos momentos, sería el mejor aliado del PP. Ojalá Pedro Sánchez hubiera aceptado la oferta de Mariano Rajoy de una gran coalición.

-¿Tiene Andalucía el peso que merece por población y extensión? ¿Es justa la acusación de la Junta de que la región ha sido maltratada por Mariano Rajoy?

-Nada más lejos de la realidad. El Gobierno de Mariano Rajoy ha contribuido con más de 20.600 millones a Andalucía dentro de los Fondos de Liquidez Autonómica y del plan de pagos a proveedores. Gracias a esa ayuda, los hospitales y los colegios han seguido abiertos con normalidad. En cuanto a la financiación autonómica, le recuerdo que el modelo actual lo pactó Zapatero, lo apoyó Susana Díaz y lo aplaudió Griñán. Si ahora el PSOE andaluz quiere cambiarlo, bienvenidos.

-¿Ve a Susana Díaz otro 28F en Andalucía o cree que tiene “billete sacado para Madrid”?

-Ella sabrá. A mí, que hice el viaje inverso, que dejé la política nacional para venirme con mi familia a mi tierra, me resulta difícil concebir que Susana Díaz quiera cambiar Andalucía por Madrid. Sí veo al PP gobernando en Andalucía y ese día haremos del 28F lo que debe ser: una fiesta del pueblo andaluz y no una mera sucesión de actos institucionales para mayor gloria y boato del presidente y el partido de turno.

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