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Análisis: Nier: Automata

Nier: Automata no se ciñe a las ‘reglas del juego’ más tradicionales, combinando muchas formas que sorprenderán desde el primer momento

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La esperanza de la humanidad. Esa premisa es el punto de partida del gran título que los chicos de PlatinumGames ponen encima de la mesa con Nier: Automata. Una obra homogénea y atractiva que atrapa a los jugadores desde el primer momento. Acción e historia se combinan de manera acertadísima y marcan un estilo de juego propio que hará las delicias para los más expertos así como los que lo degusten por primera vez.

Y es que el afamado Yoko Toro imprime sus señas de identidad desde el primer momento. Desgranar un título de este calibre se convierte en algo muy complejo, ya que Nier: Automata no se ciñe a las ‘reglas del juego’ más tradicionales, combinando muchas formas que sorprenderán desde el primer momento. Sea cono fuere, PlatinumGames ha sabido entonar de nuevo su mejor versión y hacen de Nier, una vez más, un juego de obligado cumplimiento a lo largo de la vida de esta generación.

Para entrar en materia, el argumento versa sobre unos invasores de otro mundo han atacado inesperadamente desplegando unas formas de vida mecánicas. En vista de semejante amenaza, la humanidad se ve obligada a abandonar la Tierra y refugiarse en la luna. Los humanos preparan un ejército de soldados androides para acabar con las hordas de enemigos mecanizados, pero solo logran frenar su avance. A fin de obtener una ventaja decisiva, despliegan una nueva unidad de infantería androide denominada YoRHa. La guerra entre las máquinas y los androides se vuelve cada vez más encarnizada en un lugar abandonado. Una guerra que pronto pondrá al descubierto la verdad sobre este mundo…

Y sí, si ese argumento parece que atrapa, la jugabilidad no es menos. Con 2B a la cabeza, nuestra protagonista principal, tendremos que ir desgranando el porqué la humanidad ya no es la parte imperante y que se esconden en una premisa inicial que tiene mucho que desvelar con el paso de las horas delante de la consola. El argumento y su ejecución están a un alto nivel, nada que reprochar y se convierte en esa idea de “tengo que jugar para saber más, no quiero parar”, ya que en Nier disfrutas con la historia y con su jugabilidad. No es una secuencia de buenas cinemáticas y gráficos hasta llegar a la ‘verdad’ que proponen.

Estilos de juego

La forma en la que proponen llegar al final también es sobresaliente. ¿Cómo lo consigue? Amigo, con una pizca de acción, rol, shoot 'em up y plataformas, amén de un puñado de estilos que se combinan de manera magistral. Se nota ahí, en ese punto, un detallado cuidado por los detalles y un desarrollo mayúsculo para combinar aspectos tan diferentes pero que dejan un gran sabor de boca a los jugadores más ‘experimentados’. Los puntos de vista del juego conforme vamos traspasando las líneas de su argumentos son una delicia y dan un toque nuevo y fresco que hace variar sin partir la jugabilidad del título de Yoko Toro. Resultado de todo ello, un sistema de combate muy divertido, frenético (todo ocurre a gran velocidad), accesible y espectacular, nada que decir, simplemente perfecto.
No estaremos solos en esta aventura, con lo que combinar nuestros ataques con nuestro compañero será de vital importancia en muchos tramos y jefes de la trama. Además, el sistema de progresión mediante ‘chips’ le dan otro toque de rol que anima a los jugadores a llegar al máximo potencial y recolectar todo tipos de cosas para comerciar a lo largo del juego. No hay que tomarlo a ala ligera ni creer que es un simple añadido para tirar horas al juego. El sistema de progresión está bien implementado y puede marcar diferencias a la larga.

Ataques potentes, ligeros, esquivas, saltos y nuestros ‘pods’ serán fundamentales para avanzar de forma independiente al nivel que se escoja. Las diferencias entre los diferentes niveles son correctas y nos llevará desde un modo automático (Los jugadores noveles lo pueden seleccionar para atacar y esquivar al enemigo fácilmente) hasta el más complicado que tendremos que poner el máximo de nuestro potencial si no queremos cavar muertos con un solo toque de nuestro enemigo.

Un mundo por explorar

Sin duda, el mundo de Nier: Automata es otro de los puntos fuertes del título. Un mundo abierto por explorar que apuesta por un arte simple pero muy muy potente.

El juego conecta los sobrecogedores paisajes y localizaciones fluidamente sin necesidad de carga. Los entornos se ejecutan a 60 fps y contienen un gran número de tramas secundarias además de la historia principal. Aparece una extraña sensación de vacío que reconforta y que lejos de hacer de lastre para el juego, se agradece de manera extensa. Un gran acabado que te deja esa sensación de la Tierra ya no es de la humanidad.

Podría pensarse que este diseño ayudaría a su ejecución técnica, pero lo cierto es que a veces la carga de texturas es un poco lenta y denota un poco de popping, aunque no se hace nada molestas y apenas afean la complejidad del título. Se soluciona todo ello con una jugabilidad estable a 60 fps que ayuda y mucho a la hora de combatir a los jefes, que nos exprimirán dependiendo de la dificultad seleccionada, que por cierto puede ser variada si no ‘atascamos’ en algún momento.

Ese mismo entorno ayuda a lograr una jugabilidad también vertical y abierta, que ayuda a la consecución de las muchas tareas secundarias que no encontraremos. En este apartado el juego de PlatinumGames flaquea un poco, ya que en ocasiones no deja de tener esa estructura de misiones ‘recadero’ o viaje de punta A-B. En ocasiones, un poco pesadas porque obliga a recorrer un buen puñado de ‘metros’ para llegar a nuestro objetivo. Pero aún así, Nier:Automata sabe implementarlas bien y hacen que muchas de ellas se le saque partido en cuanto equipo y argumento, dejando siempre algún tipo de apunte a la trama principal y el universo desde este completísimo título.

Y si la originalidad es uno de sus puntos fuertes del título, la forma que tendremos de acabarlo tampoco se queda atrás. Varios finales contemplan este Nier: Automata. La duración dependerá de cada jugador pero sí que están aseguradas un buen puñado de horas que pueden ir desde las 30 a 50 horas si decides limpiar el 100%. Pero volvamos a su final, de forma corta, clara y concisa: Lo tendrás que terminar más de una vez, o dos, o tres. Porque  Yoko Toro quiere que indagues y conozco todos los detalles de su historia y para ello no tendrás más remedio que interpretar desde diferentes finales y puntos de vista lo que ha pasado en la Tierra.

Una banda sonora preciosa a cargo de Keiichi Okabe. Variada, bella y épica en los momentos clave, poco más que decir. Mejor descubrirla a lo largo de las horas delante de las pantallas.

Conclusiones

En resumen, Nier: Automata llegaba a este mes de marzo con duros competidores. Pero el universo Nier y la mano de Yoko Toro han sabido desplegar un título que debe ser obligado para los ‘jugones’ de diferentes generaciones. Aventura, rol y acción esconden un juego completísimo con estilos muy diferentes que transmiten una historia absolvente y homogénea. No destaca en su nivel técnico pero no desmerece, pero si lo que quieres es jugar, Nier te da todo de una manera sobresaliente.

Hemos realizado este análisis gracias a una copia que nos ha proporcionado Koch Media

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