Ganar dos partidos consecutivos es más que suficiente para encumbrar a Ángel López como el hombre de moda en el Decano. Después de la mala racha de Javi Casquero, su segundo entrenador (ahora primero) ha sacado personalidad de sobra para hacer un Recre a su manera y alzarse, muy a lo 2ªB, con dos victorias consecutivas. Y es que Ángel López ha dado al equipo una madurez que antes no existía, y donde competir y ganar está por encima de todo, sin importar el medio. La trifulca del último partido con el delegado de campo del Córdoba y que hasta un vigilante de seguridad persiguiera a un jugador del Recre es lamentable. Y es que si alguien tiene que impedir las pérdidas de tiempo de un equipo u otro es el árbitro. Esta vez, Ángel López fue el expulsado y Marc Martínez pudo jugarse la tarjeta amarilla por su pasividad. Pero estamos tan acostumbrados a que nos lo hagan en esta categoría que seríamos tontos si no usáramos la misma táctica en un momento tan difícil como el actual.
Y os aseguro que a mí me gustaría que el colegiado hubiera sancionado a jugadores del Recreativo por pérdida de tiempo, como debió hacerlo ante el Mérida. Cortar el juego, hacer que el espectáculo desaparezca, es el fin del fútbol como diversión y nos deja sólo ese encanto del sufrimiento desmedido por nuestro club. Pero perder es peor, y aquí todos moros o todos cristianos. Para ello hay que decir que en mi opinión el arbitraje en la categoría de bronce deja mucho que desear, demasiado. Supongo que los defensores de ese colectivo clamarán en alto sobre la dificultad de impartir justicia cuando todos quieren engañarte, y es cierto. Pero el grito unísono debe ser: “Somos árbitros y queremos ayuda”. Porque la ayuda se llama VAR, eso que los equipos grandes quieren estigmatizar, pero que hubiera venido muy bien al Recre en muchas ocasiones.
¿Os acordáis del gol de Juanjo Camacho en el Estadio Manuel Ruiz de Lopera? Ya se encargó un colegiado de anularlo. Si no lo recordáis, buscad vídeo. Tiró desde lejos y aún no me explico por qué lo anuló. El fútbol ha estado muy manchado por intereses extraños y a nadie le sorprende cuando aquí hubo un Pablo Comas o vino una empresa de capital colombiano a comprar sin dinero. Lo que me enerva es que el grito del sí al VAR no sea el pan de cada día para hacer que el fútbol siga siendo deporte.
A todo esto: nuestra última racha de tres partidos seguidos fue ante el Marbella, en 2016. El rival y el escenario son propicios. Ángel López no estará en el césped, pero nosotros a tope. ¡Seguimos!
