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El ojo de la aguja

Manuel Infante Esteban

En cierta noche desde Punta Umbría, llevando como patrón el barco con dos marineros más, trasladó camuflado a Franco hasta el puerto de Huelva

Publicado: 29/10/2018 ·
13:50
· Actualizado: 29/10/2018 · 13:50
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Autor

Juan Bautista Mojarro

Mojarro es un veterano articulista onubense, escritor y poeta. Ha trabajado y colaborado con casi todos los diarios onubenses

El ojo de la aguja

Un viaje por el pasado de Huelva, sus barrios, sus personajes ilustres y anécdotas, además de sus reflexiones sobre el devenir de la sociedad

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Para iniciar el artículo de turno quiero aclarar que el personaje -un marinero de Punta Umbría-, Manuel Infante Esteban, había nacido en Isla Cristina pero su familia recaló en Punta Umbría cuando aún Manuel era pequeño. Tuvimos la suerte de conocer a este marinero-flamenco (también fue un buen cantaor) en la Peña Flamenca de Punta Umbría que preside la compañera periodista Esther Gómez, ya que previo a la presentación de mi libro biográfico ‘Vida y obra de Manolo Limón El Buche’, tuvo lugar un acto en el que Manuel Infante donaba a la Peña Flamenca un LP de la casa Belter de Manolo, dedicado y firmado por el cantaor fallecido.

A la salida de la Peña Flamenca, Manuel Infante se hallaba a la espera de un hijo que lo recogiera en el coche para llevarlo a casa, y entonces, al verme, se me acercó y estuvimos conversando. Manuel  Infante me hizo una síntesis de su recorrido como hombre del mar, me contó que durante la Guerra Civil estuvo en un barco de la armada destinado en la Guinea Ecuatorial y que no había sido marinero-pescador, sino siempre como patrón de las canoas viajeras de Punta Umbría. Manuel me habló de su afición al cante flamenco (fue cantaor y músico del acordeón), y entre una cosa y otra observamos que este anciano de Punta Umbría (tiene 94 años) goza de un raciocinio que nos asombra y de una clarividencia que nos llena de admiración.  La verdad es que hablaba y de una cosa se nos iba a otra, se jactaba de las muchas singladuras vividas que surcaron las aguas de la ría de Punta Umbría hasta Huelva y él como patrón. Mi señora, testigo de la conversación, a veces dejaba escapar una sonrisa entre la sorpresa y el atractivo que le suponía escuchar a Manuel.

Y así, entre las muchas anécdotas que nos comentó, nos quedamos con aquella que, en cierto modo, intentamos creer que podría tratarse de una fantasía propia de la edad, y no era otra que la de que en cierta noche desde Punta Umbría, llevando como patrón el barco con dos marineros más, trasladó camuflado a Franco hasta el puerto de Huelva. Manuel, al final del trayecto, observó como Franco se sacaba del bolsillo cinco mil pesetas y se las entregaba. Luego, el patrón, las repartió con los dos marineros que le acompañaban.

Aquel comentario de Manuel Infante nos llenó de un mar de dudas, y al preguntarle la incredibilidad de que Franco saliera en barco de noche y camuflado en una canoa hasta Huelva, nos dio la siguiente explicación: “Franco mantuvo relación amorosa con una amiga en Punta Umbría, que nadie supo ni conoció”.

 

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