Los mariscadores renuncian a instalar su criadero en Cádiz

La Asociación Virgen del Carmen acepta la cesión de unos terrenos del Consistorio isleño

  • Los mariscadores ya no pretenden situar la depuradora y el criadero de almejas en estas naves. -
Se han cansado de esperar y, tras 15 meses sin recibir una respuesta del Ayuntamiento de Cádiz, han optado por marcharse con sus ideas a otro sitio. El resultado es que la ciudad no acogerá en su término municipal, finalmente, el proyecto de la Asociación de Mariscadores de la Bahía Virgen del Carmen referente al cultivo de almejas y ostiones. O al menos, la parte medular del mismo.

Definitivamente, ni el criadero de moluscos ni la depuradora de mariscos ni la nave de preengorde se instalarán en la salina de La Dolores, cuya propiedad comparten la capital gaditana y La Isla con un 60% y un 40% respectivamente. El colectivo ha renunciado a esta posibilidad, después de que el Consistorio de San Fernando le haya brindado otro suelo para desarrollar una iniciativa que, según las cuentas de los promotores, daría trabajo a 40 personas en una primera fase y a otras 200 dentro de tres años.

El terreno que cederá el Gobierno municipal isleño se sitúa junto al Puente del Hierro. Eso sí, el ofrecimiento está condicionada a la obtención de la “financiación necesaria”, a través de otras administraciones, para ejecutar la actuación allí prevista. De ahí que la asociación se halle en estos momentos inmersa en la búsqueda de subvenciones para sacar adelante sus planes.

“No nos ha quedado más remedio que adoptar esa decisión, pues hasta ahora la alcaldesa de Cádiz nunca nos ha tomado en serio”. Así explicaba ayer el portavoz de los mariscadores, José Marín, el cambio de ubicación del futuro criadero de moluscos.

El representante de este grupo no dudaba en culpar a la regidora, Teófila Martínez, y al edil de Urbanismo, Ignacio Romaní, de la situación. “Nunca dejaron claro si nos iban a apoyar o no, haciéndonos perder un tiempo de oro”, señaló dolido. Todo lo contrario --añadió-- que el trato encontrado en el Ayuntamiento de San Fernando y, más en concreto, en la persona de su alcalde Manuel María de De Bernardo, “que se ha portado con nosotros estupendamente”. “Que quede constancia de eso”, insistió.

El problema estriba en que para intervenir en La Dolores hacía falta el consentimiento de ambas corporaciones locales. Sin embargo, el silencio de la capital gaditana impedía, en la práctica, la explotación de las naves por parte de los miembros del colectivo Virgen del Carmen.

Con todo, Marín no pierde la esperanza de poder desarrollar aún parte de sus propósitos en la mencionada salina. Entre otras cosas, “porque necesitaremos ese espacio para la siembra tarde o temprano”, puntualizó. No obstante, el grueso del proyecto pasará a localizarse en La Isla, como consecuencia de la falta de interés mostrada desde un principio por el Consistorio de Cádiz.

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