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La ampliación del muelle de Cádiz, en el segundo semestre de 2010

Los terrenos de la Planta Delta, donde va la terminal, están casi descontaminados

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  • El presidente de la APBC, Rafael Barra con el consejero de Gobernación, Luis Pizarro. -
El presidente de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz, Rafael Barra, acompañado por el consejero de Gobernación de la Junta de Andalucía, Luis Pizarro, recorrió ayer las instalaciones del muelle de Cádiz donde está previsto llevar a cabo la ampliación para disponer de mayor espacio para el atraque de cruceros.
Por su parte, el presidente de la APBC, Rafael Barra, recordó los diferentes plazos de las obras que se están acometiendo en el puerto, señalando que la previsión es que el proyecto de la ampliación de la nueva terminal de contenedores esté para el mes que viene, por lo que espera que para el segundo semestre el próximo año se pueda adjudicar la obra de la primera fase de dicha ampliación.

Todo listo en tres años
Así, en un plazo de aproximadamente tres años (entre 2012 y 2013) podría estar terminada la obra y pasar a esa zona la terminal de contenedores. La ampliación se realizará en lo que hasta ahora era la planta Delta, que se encuentra desmontada en gran parte y donde se espera que al final de año ya estén todos los suelos descontaminados para empezar los trabajos de acondicionamiento y alojar en esos terrenos la nueva terminal de contenedores.

En la actualidad, los trabajos que se están llevando a cabo corresponden a la demolición de algunos almacenes de la planta Delta, la casa de bombas y otras construcción menores.
El consejero de Gobernación, Luis Pizarro, resaltó ayer la “importancia” del puerto de Cádiz para el desarrollo de la ciudad, recordó que era un “pulmón importante” de la actividad industrial y destacó que, una vez concluidas las obras de ampliación previstas, el puerto puede acoger en torno a 20.000 puestos de trabajo, de los cuales 2.300 se crearán una vez que culminen todas las obras previstas.

carretera industrial
En rueda de prensa tras visitar la Autoridad Portuaria Bahía de Cádiz (APBC), Pizarro destacó también que se va a mejorar mucho algo que “ha sido un elemento de reivindicación” por parte de la ciudadanía gaditana, como es el transporte y el tránsito de camiones por la ciudad.
En este sentido, indicó que la conexión directa desde la ampliación del puerto, por astilleros, hacia el segundo puente va en beneficio de convertir el puerto de Cádiz en más competitivo, ya que la salida del transporte hacia el exterior más directamente es un “elemento importante” de un puerto a nivel de competencia.
El consejero destacó que “la celebración del Bicentenario ha conseguido agilizar los proyectos previstos dentro del recinto portuario para lograr en el menor tiempo posible toda la actividad allí prevista.

Recurso
El presidente de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz, Rafael Barra, ha señalado que con respecto al primer recurso interpuesto por la APBC contra la decisión de la Consejería de la Junta de Andalucía de incluir la Estación Marítima en el registro de bienes del patrimonio histórico andaluz, el resultado ha sido contrario a los intereses de la Autoridad Portuaria y ha anunciado que volverá a recurrir directamente a la consejera de Cultura.
Barra justificó el recurso en que “la intención de la APBC es transformar la Estación Marítima en un puerto base de cruceros, donde se habiliten las oficinas de los armadores, salas de facturación y recogida de maletas. Y el recurso se planteó también porque en el edificio están alojadas las oficinas de Capitanía, Salvamento Marítimo y dependencias de la propia Autoridad Portuaria.

En el caso de Salvamento Marítimo, las instalaciones que tienen dificultan su gestión diaria y quieren ampliarlas, por lo que la protección del edificio por parte de la Junta dificultaría esas obras”.

Además, Barra considera que “el edificio carece de valor arquitectónico, si bien cuando se construyó podía tener cierto valor pero las dos ampliaciones posteriores han borrado cualquier valor que pudiese tener”.
Por su parte, Pizarro, asegura que “la protección de los edificios no responde al interés personal de un político que un día se levanta y decide proteger un inmueble, sino que responde al trabajo riguroso de los profesionales que analizan todos los detalles y plantean sus conclusiones”.


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