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Marruecos antes que Haidar

La política exterior española con respecto a Marruecos está basada en evitar motivos de confrontación. Haidar ha intentado introducir una quiebra en esa amistad sin quebrantos.

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La política exterior española con respecto a Marruecos está basada en evitar motivos de confrontación. Haidar ha intentado introducir una quiebra en esa amistad sin quebrantos. No hay fisuras hasta ahora. Moratinos siempre pone por delante los intereses alauitas a los propios. Se ha visto en relación con el Sahara.
La antigua potencia colonial de "Saguia el Hamra y Río de Oro" se ha desentendido de esos territorios y de sus representantes del Frente Polisario al que no reconoce. Los saharauis solo reciben ayudas de las organizaciones humanitarias al margen del Gobierno, las administraciones gobernadas por socialistas dan subvenciones a las ONG´s que ayudan a los "hombres azules", pero sin que su compromiso quede muy explícito. Ni la cuestión de la pesca, hoy superada con el desmantelamiento de nuestra flota pesquera. Ni la inmigración, suponen motivos de confrontación. Las bolsas de petróleo de las Canarias o las del Mar de Alborán quedan como única posibilidad de disputa para el futuro. En estas relaciones entre los reinos de España y Alauita parecía que no había más que parabienes. Hasta que ha aparecido el affaire Haidar, pero desde el primer momento Moratinos ha dejado bien claro que la saharaui no va enturbiar las relaciones. La activista en huelga de hambre desde hace más de tres semanas lo tiene bien claro, no hay vuelta a "El Aaiun". Tras conocer la decisión marroquí de no permitir su vuelta ha tenido duras palabras contra el Gobierno de ZP "España es incapaz de resolver mi situación, vulnera mis derechos y me empuja hacia la muerte". Moratinos ha pedido ayuda a la oposición. Soraya de Santamaría le ha replicado que el Gobierno asuma sus responsabilidades, pero ha dejado la puerta abierta a algún pacto. Izquierda Unida por boca de su portavoz Llamazares ha expresado su apoyo a la saharaui y ha instado a la administración que resuelva el contencioso y que no sea cómplice de Marruecos que impide la vuelta de la huelguista. La ONU ha manifestado su preocupación por la salud de la activista. Hasta el colectivo de artistas se han revuelto contra un Zapatero del que tanto han recibido, su compromiso tiene como límite su ideología, la ayuda al Polisario y el Sahara son más importantes que la relación privilegiada con el Gobierno. Moratinos como último recurso ha solicitado a los jueces que autoricen a suministrar una alimentación aunque se oponga la huelguista. Argelia y el Polisario han introducido una buena cuña entre España y su vecino del sur. En cierta forma hay una especie de venganza por los desdenes del Ministerio de Exteriores hacia ellos. Pero no hay que confundir, la responsabilidad y la decisión de la huelga de hambre es de Haidar, otra cosa es ver a quién perjudica o beneficia. Beneficia a la causa de los saharauis y sus aliados argelinos, pero no hay que confundir con que la activista es un torpedo lanzado por ellos contra la línea de flotación de españoles y marroquíes. La resolución del conflicto no puede demorarse. Aunque de momento la salud no se ha deteriorado después de tres semanas sin ingerir bocado. En cualquier momento pueden aparecer síntomas que demuestren la precariedad de su estado. Los jueces y los partidarios de Haidar tienen la última palabra, pero no olvidemos que para la diplomacia española "Marruecos es más importante que Haidar". Hasta pronto gadiritanos.

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