En estos días tristes para la democracia española, querría escribir ensalzando al desgraciadamente fallecido D. Manuel Clavero Arévalo y con él a la transición española y a aquellos grandes políticos que fueron capaces de protagonizarla desde la Unión de Centro Democrático.
A D. Manuel no lo conocí como profesor porque precisamente entonces estaba ejerciendo en Madrid como Ministro para las Regiones, aunque luego tuve la fortuna de tratarlo como persona y como abogado. Entrar en ese despacho en que la biblioteca cubría ya el pasillo anterior al mismo y empezaba en la salida del ascensor y luego departir con él (casi siempre con un brasero a sus pies aunque hiciera calor) compartiendo la maravillosa vista de Sevilla que se disfrutaba era una auténtica gozada.
Me entusiasmaba su maravilloso acento andaluz, su forma de hablar, su sonrisa, su hombría de bien y su categoría inalcanzable. Sus escritos como abogado eran un modelo de síntesis y sencillez, se leían con una facilidad suprema y era capaz de recoger en unas frases aquello para lo que otros necesitamos varios folios.
De nuevo, otra gran pérdida en el panorama jurídico andaluz.
Aunque no estoy nada convencido del actual estado de las autonomías por el que luchó denodadamente, mi admiración hacia él quería hacerla extensiva a esos grandes españoles que desde la UCD protagonizaron una transición ejemplar y que fueron capaces de dejarse la piel abandonando en muchos casos brillantísimas trayectorias profesionales por conseguir que España se constituyera en una democracia como la que hemos disfrutado y viviéramos en paz y en concordia.
Unos políticos que hicieron de verdad del diálogo y el consenso grandes armas para construir esta España que ahora aparece cuestionada. Creo que nuestro país no ha valorado lo suficiente a muchos de aquellos hombres admirables, y desde luego me parece un enorme insulto a la inteligencia algunas de las comparaciones que he oído recientemente. Ojalá pudiéramos volver a disfrutar tiempos en que nuestros gobernantes tuvieran esa brillante trayectoria y esa enorme categoría profesional y humana y construir desde esa base el futuro que nuestros jóvenes se merecen.
