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La tribuna de El Puerto

Tiempos pretéritos

Si hemos de normalizar la falta de control parlamentario, cualquier día nos vemos de vueltas con la “mili” o lo que es peor, a la cartilla de racionamiento

Publicado: 10/07/2021 ·
09:19
· Actualizado: 10/07/2021 · 09:22
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  • Congreso de los Diputados.
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Viva El Puerto

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Una ventana de opinión abierta a la actualidad portuense. El análisis más acertado de lo que ocurre en la ciudad

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Me apostaría un brazo y medio del otro a que si hace años les describo el panorama actual, no sólo no me creerían, sino que alguno me acusaría de tremendista. Pues no se trata de pasar hojas en el almanaque, sino de ir hacia adelante y ahora que llega el verano, parece que vamos marcha atrás miremos donde miremos.

Paseando por El Puerto el otro día, me crucé con un antiguo mandatario de tiempos remotos, tuve que hacer un esfuerzo por abstraerme de la imagen y recordar que aquellos tiempos pretéritos pasaron. Pero, ¡me cachis, no se crean que era fácil el cometido! Si no, que me expliquen como el ordenamiento de la ciudad vuelve atrás, a tiempos de este señor.

Puede que ese retorno, impuesto por el Tribunal Supremo le empujara a salir a la calle cual Ministro Montoro al ver prorrogados, año tras año, sus presupuestos por un gobierno de izquierda y -me tomo la licencia de decirlo- extrema izquierda. Y es que esas formas de la izquierda más radical no se limitan a su autocontrol, sino que son asumidas por quienes necesitan de su apoyo para mantener un poder cada vez más dirigido. Déjenme que me explique: no sé si habrán tenido noticia del borrador de Ley de Seguridad Nacional.

Pues he ahí el botón de muestra. El borrador mana de Moncloa, pero bien podía haber sido redactado en el despacho contiguo al de Maduro en el Palacio de Miraflores, sede del Gobierno de Venezuela. Todavía albergo la duda de que no haya sido firmado por “ilustres personajes” de la talla de Monedero o Iglesias. No tiene desperdicio el borrador.

Este otorgaría al presidente del Gobierno la potestad de disponer de todos los recursos, sin derecho a compensación por ello, tanto públicos como privados. Pero no se queda ahí el documento, a partir de la mayoría de edad, todos estaríamos obligados a la realización de las prestaciones personales que exigieran las autoridades competentes. Como buenos ciudadanos, podrían ustedes hacerme ver que en tiempos de emergencia, el país ha de recurrir a todos los recursos materiales y humanos que fueran necesarios para combatir cualquier contrariedad que nos amenace como pueblo.

Hasta ahí, de acuerdo, pero ya hacerlo sin el consenso de un parlamento, por decreto ley, que además concedería la facultad al presidente de dictarlo directamente… hombre, ¡pues no! Miedo me dan estos.

Si hemos de normalizar la falta de control parlamentario, cualquier día nos vemos de vueltas con la “mili” o lo que es peor, a la cartilla de racionamiento. Muy retro todo, perdón, “vintage”, que hay que actualizar el concepto.

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