La Corporación municipal se renía este jueves junto al IES Alminares, en el monumento a la Constitución, para escuchar el discurso institucional de la jornada, el cual fue consensuado por todos los grupos con representación en el Pleno.

El alcalde, José Luis Núñez, leyó:

"Celebrar el día de la Constitución es un acto que con el paso del tiempo puede parecer rutinario. Año tras año, nos volvemos a encontrar junto a este monolito para significar una fecha que siempre debemos recordar.


Es justo, que todos, políticos y ciudadanos, aprovechemos un día como hoy, para hacer un ejercicio de reflexión sobre lo que significa la Constitución y lo que representa la Democracia.
Y digo esto porque muchos de los  que hoy nos acompañáis, habéis crecido en democracia, viviendo en un Estado de Derecho regido por la Constitución que hoy conmemoramos.


Crecer en democracia es un logro que se debe a toda una generación de españoles que hizo un enorme esfuerzo de debate constructivo y de consenso durante la Transición a la Democracia y que hoy, como corresponde, debemos recordar, poner en valor y agradecer.
Por eso, haber nacido y vivido  en democracia no nos debe hacer pensar que los derechos y las obligaciones que nuestra Constitución recoge, vienen dados de por sí.


Nuestra Constitución es un instrumento de convivencia en igualdad pero, sobre todo, es un bien común del que debemos estar más que orgullosos por lo que supuso tras conciliar distintas miradas y dotarnos de un modelo de convivencia en un sistema político hecho por y para  todos nosotros.


Un modelo que no sólo ha sido una referencia para muchos otros países, sino que también ha sabido beber de las fuentes de otros sistemas democráticos para elaborar la mejor de las Constituciones.


La Democracia debe fortalecerse y trabajarse día a día desde las instituciones, pero también en nuestro círculo más cercano y en nuestra vida cotidiana.
Debemos pensar en igualdad y buscar la libertad de todos  como una premisa constante en nuestra relación respetuosa con los demás.


Pero también, debemos tener en cuenta cuáles son las obligaciones que, como ciudadanos, tenemos para con los demás, porque eso es lo que da valor a nuestra sociedad democrática.  Las libertades que recoge nuestra Constitución implican también una gran responsabilidad.
Este es el gran valor de la Democracia. Asumir nuestros derechos con el mismo interés con que acatamos nuestros deberes.


Desde las Instituciones, también debemos volver a reflexionar sobre los derechos, deberes y valores recogidos en la Carta Magna. Debemos asumir el mandato representativo que nos otorga la ciudadanía para responder a sus necesidades en todo momento.


En este punto, quiero también hacer referencia a nuestra responsabilidad como representantes públicos, en muchas ocasiones cuestionada por los propios ciudadanos.
Y es que, desde la esfera de lo político estamos obligados a rendir cuentas de nuestro papel en las instituciones, sea cual sea. Estamos obligados a ejercer nuestra función constitucional de representantes de la sociedad. Y sobre todo, estamos obligados a no perder nunca el norte que nos guía hacia esta función y que no es sino el interés general de los propios ciudadanos.
Los rápidos cambios sociales, el desarrollo tecnológico o la actual situación de crisis, dan cuenta de incertidumbres que no deben hacernos olvidar los principios democráticos que rigen nuestro Estado de Derecho.


Y eso no es lo que queremos para nuestra sociedad. En un día como hoy, debemos afirmar que trabajaremos para cambiar esta visión y para seguir ahondando en las oportunidades que, en igualdad, estamos obligados a forjar para consolidar un futuro democrático para todos.
Vamos todos a recoger el testigo de la Constitución que los españoles nos dimos hace 35 años, y seguir haciéndola aún mejor, más justa y más democrática.


En ese reto debemos colaborar todos: los jóvenes, los padres, los educadores, los que ocupamos cargos de responsabilidad pública y, en definitiva, el conjunto de la sociedad.
Vamos a reconocer a nuestra Constitución, a ésta, nuestra Norma Suprema, el que nos mantengamos unidos. Es ella la que consigue que España no se rompa.
Ella nos concede el reconocimiento de nuestras diferencias pero, a la vez, es la que nos une firmemente en una España indisoluble, fuerte y con firme disposición de salir adelante en estos tiempos tan duros".