Publicidad Ai
Publicidad Ai

Arcos

“Mi gran ilusión era que mis vecinos de Jédula la leyesen”

Gonzalo Luna es un joven escritor que vive en Colombia y al que le une con Jédula una estrecha relación. Estos días está de plena actualidad con la publicación de su libro \'Cadena de obsesiones\'

Publicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
Publicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai Publicidad AiPublicidad Ai Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
  • Gonzalo Luna. -

“Se presenta esta tarde en Jédula una novela, que se llama Cadena de obsesiones”. Me entero por sorpresa en los días ajetreados que transcurren entre la Navidad y el Año Nuevo. ¿Quién será el autor?, me digo. “Dicen que es un chaval que nació en Jédula y que es profesor en una Universidad de Colombia”, me cuentan. Ya en la Delegación de Cultura el fotógrafo Juan Mariscal me informa: “Sí, se presenta esta tarde.” No puedo ir, pero me hago con el correo electrónico y con el teléfono móvil. A través de ellos entro en contacto con José Antonio, hermano del autor Gonzalo Luna, y ya todo es fácil. Nos ponemos de acuerdo para esta entrevista que sale ya, claro, después del acto de la presentación, que por lo que nos cuenta el autor fue un rotundo éxito en la Jédula lejana y sola.

Presenta usted en Jédula su libro 'Cadena de obsesiones'. ¿Nos cuenta de qué se trata?
—Entiendo por la pregunta que está interesado en que hable de la presentación en sí, el proceso que me llevó desde escribir la obra a presentarla en mi pueblo. Desde hace dos años llevo escribiendo obras de ficción. Cadena de Obsesiones no es mi primera publicación, pues he publicado artículos y capítulos de libro que versan sobre marketing y turismo. La fiebre de escribir una novela la sufrí un día, leyendo; ese día lo dejé prácticamente todo de lado (excepto mi empleo), y me dediqué a plasmar una idea que estaba en mi cabeza desde hacía un tiempo. Después de terminar Cadena de Obsesiones, continué escribiendo. Tengo en mi poder tres borradores más: otras tres obras que espero publicar en el futuro, tal vez con Ediciones Atlantis. El proceso de enviar la obra y de que esta fuese aceptada por un editor ha sido lo más difícil. Como creo que sabrá, introducirse como escritor en el mundo editorial es una tarea ardua complicada. No depende exclusivamente de los esfuerzos que uno realicé por alcanzar los objetivos, sino también de la subjetividad de los editores, y del prestigio del escritor en sí, por ejemplo, yo era escritor novel y la mayoría de las editoriales ni tan siquiera leían los borradores. Existen otras editoriales que piden dinero a cambio de publicarte, cosa que tampoco me interesaba. Finalmente, después de año y medio, recibí la contestación de Ediciones Atlantis, el editor estaba interesado en comercializar mi obra. La novela se empezaría a comercializar en Madrid en 2015, pero mi gran ilusión era que mis vecinos de Jédula la leyesen, por lo que realicé el evento que tuvo lugar el día 29 de diciembre de 2014. En él, mis vecinos tuvieron la oportunidad de adquirir ejemplares de la obra.


La culpa es, evidentemente nuestra. Con el currículo que tiene y no sabemos quién es Gonzalo Luna, nacido en Jédula en 1984… Cuéntenoslo usted mismo. ¿Quién es Gonzalo Luna?
—Nací en Jerez de la Frontera, y me crié en Jédula. Estudié en el Instituto de Arcos de la Frontera, institución educativa de prestigio demostrable, pues sus bases me permitieron ser el primero de mi promoción al diplomarme en la Universidad de Cádiz en Ciencias Empresariales. Posteriormente me licencié en la Universidad de Valladolid en Investigación y Técnicas de Mercado. He realizado cursos de Marketing en la Universidad de Vaxjo (Suecia). Realicé el Máster en Marketing en la Universidad de Valencia, donde también realicé los cursos de Doctorado. Actualmente estoy terminando mi tesis doctoral, en investigación de mercados turísticos, en la Universidad de Sevilla. Trabajé dos años en Grecia, en el sector turístico, y también he tenido la oportunidad de trabajar más de un año en consultoría, en Valencia. Actualmente soy Profesor Titular de la Universidad Autónoma del Caribe, una prestigiosa institución de educación superior situada en Barranquilla (Colombia). Doy clases de investigación de Mercados, y a la vez realizo investigación relacionada con diferentes áreas del marketing.


Durante mis años de formación académica, y trabajando como profesor, he publicado varios artículos de interés científico, en algunas de las revistas más importantes en marketing turístico a nivel nacional e internacional, así como capítulos de libro en comportamiento del consumidor. He realizado conferencias en algunos de los congresos más importantes de Europa. Actualmente también escribo para el Diario La Libertad, es el diario de Barranquilla.  Cierto es que se trata de un buen currículo a la edad de 30 años. Ello no se debe a que sea una persona inteligente, nunca he destacado especialmente por ello, aunque sí soy muy testarudo. También soy alguien que se siente interesada por cualquier cosa muy rápidamente, y eso me lleva a aprender. Hoy vivo en Colombia, tengo una familia maravillosa, y sigo escribiendo. Dicen que los grandes artistas se caracterizan por haber sufrido mucho, si esto es una ley física, entonces jamás seré un gran escritor; mi vida ha sido cómoda, sin problemas extremadamente grandes, y con facilidad para conseguir acabar mis estudios y poder trabajar en lo que me gusta. La escritura: mi mayor hobby.
 

¿Cómo se llega desde Arcos a Barranquilla, desde Andalucía a Colombia?
—Trabajando en Valencia, y dada la coyuntura, no veía la posibilidad de explotar un  potencial que realmente creía que poseía. No encontraba un trabajo estable en la Universidad. Hace tres años que comparto mi vida con una mujer maravillosa, colombiana, y decidimos, hace cosa de año y medio, probar suerte en Colombia. Las oportunidades en Latinoamérica en general para personas formadas son amplias. Pude incluso escoger entre varias buenas universidades al pasar en ellas los exámenes para adquirir la plaza. Al final elegimos Barranquilla, no sólo por la Universidad Autónoma del Caribe, sino también por el lugar, por su gente (ellos mismos dicen ser los andaluces de Colombia, y creo que no les falta razón). El tiempo dirá dónde estaremos en el futuro, en este momento la estabilidad de la que disfruto, y la belleza del norte de Colombia, me hacen pensar que estaré allí un tiempo.


Cadena de obsesiones, ¿es novela negra, novela de misterios, novela sin adjetivos…?
—Es una novela de misterio. Le cuento un poco: el protagonista es un psicoanalista colombiano de prestigio en su país, Humberto Jiménez, quien es contratado por una firma farmacéutica situada en la localidad de Paterna, en Valencia, España. Se le pide que supervise el desarrollo de un ansiolítico. Pero al poco tiempo de estar en Valencia, Humberto observa que en la compañía ocurren casos extraños, los cuales empieza a relacionar con sucesos que acontecen en la ciudad. Pronto se verá envuelto en una investigación policial, al involucrarse, comprende que su vida corre peligro. No desvelo nada más sobre la trama ni el resto de protagonistas, para que aquellos interesados la puedan disfrutar.


¿Cómo ha sido la acogida de sus paisanos a su obra literaria?
—Mis vecinos de Jédula respondieron extraordinariamente. El salón de actos del Ayuntamiento se llenó, se quedó incluso gente de pie. Todos se mostraron muy interesados mientras se le presentaba la obra. Realizaron preguntas, me congratularon de la forma más sincera posible, y se vendieron todos los ejemplares que Ediciones Atlantis envió para el evento. Lo que más me complacen son las críticas, varias personas han leído la obra, y desde grandes lectores a los que conozco bien, con formación académica, hasta amigos que no suelen leer de forma rutinaria, todos dicen estar impresionados, ello me hace sentirme muy orgulloso.


Viviendo en Colombia vive usted en su patria, porque se entiende que un escritor vive en la lengua en que escribe y habla. Pero, ¿se vive igual en el español de Colombia que en el español de España?
—Yo personalmente no encuentro demasiado contraste. A la forma en la que ellos se expresan me acostumbré rápidamente, y yo, por mi profesión, me veo obligado a hablar sin utilizar nuestra jerga andaluza en la universidad, para que los alumnos entiendas sin problemas las clases. En la calle no fuerzo mi acento, hablo andaluz, y andaluz de la sierra, o sea mi lengua, la gente adora el acento. Los colombianos son personas encantadoras, quienes aman a los españoles y expresan ese afecto cada vez que tienen la oportunidad. Saben de sobra dónde está y por qué cosas se caracteriza Andalucía. Los andaluces son acogidos con especial cariño allí. Todavía no he tenido el menor problema resaltable, y eso que Colombia es un país con una fama desafortunada, debido a los acontecimientos de su historia reciente. Pero, aunque hay excepciones, la mayoría siente que el español es alguien muy cercano, que tenemos mucho más en común que aquellas pequeñas cosas que nos diferencian, y que no son importantes.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN