El mercado medieval montado en la plaza de La Caridad por el colectivo Artesanos Reunidos se convirtió en un aliciente o, al menos, en algo diferente que hacer el fin de semana. Casi una veintena de stands o puestos abrió al público mostrando en algunos casos cómo era la vida de los artesanos en la Edad Media, recuperando oficios como la marroquinería, alfarería, repostería y cetrería, ya que algunos de los puestos poco o nada tenían que ver con las costumbres de nuestros antepasados.
Además, el mal tiempo del mediodía del domingo restó bastante público a la cita, que se animó por momentos sobre todo con la presencia de niños en el recinto. Estos, al igual que los mayores, pudieron fotografiarse en el artefacto de tortura situado junto a la pequeña noria. Entre los encantos, un puesto de golosinas artesanas, muy ricas pero con precios casi prohibitivos, pero, ya sabe, hay productos en los que hay que pagar su calidad...
Quizás lo más llamativo fuera el espectáculo de cetrería, en el que, igualmente, el público tenía oportunidad de fotografiarse con las aves rapaces y con sus responsables vestidos con las ropas típicas de la E.M. También hubo un espacio reservado para la astrología china, para los perfumes y productos de higiene ecológicos, para la orfebrería, para las chacinas y quesos, y algún taller de pintacaras para animar a los niños. El mercado quedó abierto la tarde del viernes de forma oficial por parte del equipo de Gobierno, que quiso compartir con estos empresarios ambulantes los primeros compases de una feria que viene recorriendo todo el país desde hace años, ocasión en la que hizo un llamamiento a los arcenses para que visitaran el mercado.
