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El Bosque sigue siendo coto vedado para el C.B. Olvera

Los verdinegros conquistan el cetro serrano por tercera vez consecutiva. Dani Jiménez, con 28 puntos, nominado como jugador más valioso

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  • El Bosque se proclamó campeón serrano. -

C.D. EL BOSQUE BALONCESTO               77
C.B. OLVERA                                                 63

El Bosque: Antonio Añón (2), Manolo Aguilar (7), Mario Hinojo, Ángel Pérez (6), Dani Jiménez (28), Javi Chacón, Ernesto Abruñedo, Antonio Ortiz (12), David Gómez (2), Agustín García (17), Pedro Esteban (3) y Quico Durán. Entrenador: Ángel Olmedo.

Olvera: Juan Alcaraz (6), Ángel Maqueda, Antonio Escot (20), José Antonio Gerena (3), David Coronil (12), Rafael Sánchez (1), José Antonio Escot (3), Luis Zarzuela (10), Enrique Montoro, Carlos Corrales (8) y Diego Ortega. Entrenador: Joaquín Sáez.

Árbitros: Juan Antonio Puerta (San Fernando) y Francisco Javier Izquierdo (Rota); cronometradora: Encarnación Velázquez; acta: Luis Francisco Román (Prado del Rey).

Incidencias: Pabellón municipal de El Bosque. Unos 200 espectadores.

En la cancha del pabellón municipal de El Bosque se disputó el sábado 6 de mayo la esperada final de la liga de la Sierra que enfrentaba por tercera ocasión consecutiva a los equipos representativos de El Bosque y Olvera y nuevamente, como ya había sucedido en las dos veces que se midieron, los bosqueños se impusieron a los olvereños sin que nadie que asistiese al encuentro pudiese poner un solo átomo de duda sobre la legalidad y méritos del conjunto vencedor. La victoria local se fue fraguando desde el primer momento del choque y nada más comenzar el partido los de Ángel Olmedo empezaron a poner tierra de por medio asentados en una sólida defensa y una buena selección de tiro, además de -¿por qué no decirlo?- un mejor acierto tanto en los tiros de dos como en los desde el perímetro, cerrándose el primero de los cuartos con un contundente 22-13 que dejaba el partido prácticamente decidido  y ofreciendo una idea aproximada de por dónde iban a ir los tiros. Aunque el quinteto que Joaquín Sáez puso en liza no desmereció en absoluto de lo que se jugaban los amarillos, dispuestos a terminar con el insultante y permanente dominio de los de El Bosque de una vez por todas, la verdad es que faltaba acierto anotador en las filas visitantes y para qué engañarnos, en los momentos críticos aparecía la omnipresente figura del pívot Dani Jiménez, que marcaba la diferencia tanto dentro como fuera de la pintura, apareciendo en los momentos decisivos y cuando más lo necesitaban los suyos, ganándose a pulso la nominación de jugador más valioso del partido (MVP). Cuando no estaba él, era su compañero Agustín García, 17 puntos, quien le relevaba al frente del equipo o Antonio Ortiz (12 puntos), muy motivado y ambicioso en sus acciones. En el segundo cuarto (17-13), la diferencia del parcial aminoraba pero se mantenían los 13 de diferencia y no se vislumbraba ninguna solución para detener a los de la orilla del Guadalete.

En el C.B. Olvera tardaron en entrar en juego, puede que por la trascendencia del encuentro o por las dificultades propias de medirse a un rival, El Bosque, que está subido a la cresta de la ola de resultados positivos, lo que le genera una inercia ganadora que le hace mostrarse casi imbatible, sean quienes sean los integrantes de la plantilla verdinegra o los rivales a los que se enfrente. El año pasado fue la potencia y velocidad de Bohórquez las que destrozaron a los amarillos. En este, la calidad y el acierto de Dani Jiménez (28 puntos él solito) fueron suficientes para desmoralizar a su oponente. A medida que fue avanzando el partido las fuerzas se igualaron, 17-16 en el tercer cuarto, apareciendo en el C.B. Olvera Juan Alcaraz y Antonio Escot (20 puntos en total), este en su más brillante faceta encestadora, pero faltaba continuidad, convencimiento y descaro para destronar al rey. El desafío se quedaba a medias al no existir ese ‘toque’ ganador que todo lo convierte en triunfo. Los balones no llegaban a su destino, las incorrecciones rompían el ritmo del equipo, había excesiva diferencia entre sus mejores efectivos y el resto del equipo, las faltas iban minando su integridad, las carencias físicas salían a la luz… pero con tantas adversidades en contra sorprendía ver el ‘score’ del último cuarto, empate a 21, insuficiente para dar la vuelta a la tortilla y revertir la hegemonía bosqueña pero revelador de la mejoría de los de Sáez, que lo fiaron todo al último arreón, el típico estertor del moribundo, el todo por el todo, la moneda al aire, la noche sin dormir del mal estudiante. Los puntuales y precisos fogonazos del campeón encandilaron a un Olvera que tiene que seguir mejorando para acercarse al nivel de los campeones, unos bosqueños que ya llevan tres títulos seguidos y que se toman muy en serio esto del baloncesto.

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