Cádiz

“No se vivió alarma en plaza de Mina con la ambulancia”

El concejal de Seguridad y Protección Civil niegan problemas el sábado para atender a un paciente, tal y como ha denunciado CSIF

  • Fotograma del vídeo en el que se ve el pasillo a la ambulancia. -

El sector de Sanidad de CSIF Cádiz denunció ayer “una situación límite” el pasádo sábado por la noche cuando una ambulancia “se vio atrapada en plaza de Mina” por la cantidad de gente reunida de botellón, “poniendo en peligro la vida del paciente”.

El Ayuntamiento de Cádiz respondió por medio de Demetrio Quirós, concejal de Seguridad, quien, en un comunicado, negó la mayor y lamentó que el sindicato “no tiene conocimiento de lo que realmente sucedió”.

“Tal y como se comprueba en algunos de los vídeos que circulan en redes sociales, el comportamiento de la ciudadanía fue el esperado al apartarse para facilitar el paso de los servicios de emergencia”, remarca Quirós, quien valora el papel de la Policía Local para agilizar el tráfico y el de Protección Civil.

José Manuel Calvo, coordinador del servicio, confirma que, efectivamente, el estado del paciente, atendido en un domicilio, no se vio afectada por la situación, tal y como indicó el concejal de Seguridad.

“Hay quien piensa que estamos como hace 30 años, que una persona enferma, se la mete en un coche y se pone rumbo al hospital con un pañuelo blanco por la ventanilla”, lamenta. Ahora, “el personal sanitario del 061 estabiliza al usuario e inicia el tratamiento médico”. Solo entonces, se le evacua a la ambulancia para su traslado al centro hospitalario.

En el caso concreto de plaza de Mina, “se aplicó el protocolo” determinado. Cuando un vehículo de emergencias precisa de acceder a “una zona saturada”, los voluntarios de Protección Civil acuden a un punto determinado para abrir paso hasta la ubicación concreta a la que han de llegar.

Una vez que los sanitarios bajan de la ambulancia para atender al paciente, el personal queda custodiándola y, una vez que ocupa la parte trasera, se escolta igualmente hasta abandonar el lugar.

“No hubo complicación alguna; durante el tiempo que estuvo detenida, el enfermo fue estabilizado”, sostiene Calvo. Fue, en definitiva, una actuación rutinaria que se vivió sin mayor alarma.  

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