Cádiz

Vecinos de Marianista Cubillo acudirán a la justicia para frenar la peatonalización

Ante la negativa de Martín Vila de dejar libre un carril para taxis, transportista y ambulancias, agotarán las vías posibles

  • Vecinos del entorno de Marianistas Cubillo se manifestaron ayer otra vez contra la peatonalización. -

Los vecinos del entorno de Marianistas Cubillo volvieron a desenrollar la pancarta contra la peatonalización de la calle que plantea la Delegación de Urbanismo, después de que el titular de la misma, Martín Vila, se haya negado en redonda a aceptar la propuesta de mantener un carril de circulación para el paso de taxis, transportistas y ambulancias.

A la presidenta de la asociación de vecinos San José Playa, María del Mar Fernández, no le gustó el tono de la reunión mantenida recientemente con la concejala de Enseñanza, Ana Fernández, la Federación de Vecinos 5 de Abril el AMPA del IES Drago y la mediadora del Defensor del Pueblo Andaluz, María José Ruiz.

“Vila llegó a decirnos que tenía que entrarnos en la sesera que la peatonalización era lo adecuado”, asegura. “Nos ha faltado al respeto”, remacha.

Por todo ello, avanza que la asociación está dispuesta a acudir a la justicia para poner freno a los planes municipales porque, recuerda, hay dos acuerdos plenarios contrarios a la decisión del edil “que deben prevalecer”.

“El alcalde (José María González, Kichi) está escondido y quien toma la decisión es Vila porque dice que su partido lo tenía incluido en el programa electoral”, lamenta.

Pero hay que atender a razones, reclama. Por una parte, denuncia que “el Ayuntamiento quiere convertir la calle en una prolongación del patio del IES Drago”, lo que acarreará, se teme, problemas de convivencia durante el curso y botellón durante las vacaciones.

Por otro lado, advierten de inseguridad. “Además de bolardos, han estado colocadas unas vallas y ha sido imposible que accedieran los servicios sanitarios para atender a una vecina en dos ocasiones”.

Finalmente, Fernández explica que los vecinos tienen que dar unos rodeos tremendos para acceder a los aparcamientos. “Nos han asfixiado”, concluye.

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