| Facua y Ecologistas en Acción han advertido tradicionalmente de la que consideran “disparatada” carrera entre los municipios por instalar más bombillas durante las fiestas navideñas. “Hicimos una campaña” ambas entidades, recuerda Jesús Yesa, portavoz de la organización de consumidores, “y los ayuntamientos pasaron de nosotros”. Pero mantiene su rechazo cuestionado acerca de la polémica con el alumbrado extraordinario en la capital gaditana. “No es solo una cuestión económica”, advierte. La clave está, añade, en la huella ecológica. “La gente piensa que porque no sale humo de la bombilla, no es contaminante”, ironiza. Lo cierto, “y basta con mirar la factura”, es que el origen de la electricidad actualmente “no es limpia”. De hecho, concreta, ni el 20% de la energía procede de fuentes renovables. Yesa matiza que no está en contra de las luces, pero es partidario de que se imponga la razón. “¿Qué sentido tiene tener encendido el alumbrado toda la madrugada?”, se pregunta. Y propone, además, no adelantar la fecha de encendido, señalando que tradicionalmente se ha procedido a ello en el puente de la Constitución.
En términos similares se expresa Daniel López, por parte de la organización proteccionista. Además del “despilfarro energético”, alerta de la “intrusión lumínica”. “Está demostrado que incluso con luces LED, se registras efectos negativos en personas y animales”, explica.
Por estos motivos, y esgrimiendo el reglamento autonómico contra la contaminación lumínica, las luces del puente se atenuaron y se restringieron los días en los que la iluminación era especial. Ese es el camino, señala.
En cuanto a la Navidad, coincide con Facua en que no hay nada que indique que un mayor número de luces incrementa las ventas, pero comprende las razones del comercio. Por ello, en el aspecto meramente económico, López propone que el sector colabore para sufragar los gastos de la instalación de bombillas y su uso para que no recaiga solo en el Ayuntamiento.
