Cádiz

El histórico bar gaditano Zona Franca reabre sus puertas

El miércoles 3 de junio reabre sus puertas el mítico local del recinto fiscal gaditano. Un hijo del hostelero Isidoro Díez, de idéntico nombre, su mujer y el conocido emprendedor Guillermo Moyano, forman la sociedad que vuelve a dar vida a este establecimiento tras seis meses con la baraja echada.

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El Bar-Restaurante Zona Franca de la capital gaditana vuelve este miércoles 3 de junio a abrir sus puertas después de un parón de seis meses cerrado al público. Y lo hará con caras nuevas, pero con genes conocidos, pues uno de los miembros de la nueva sociedad que dará vida al emblemático establecimiento de la Zona Franca es hijo del conocido empresario hostelero Isidoro Díez, quien regentara el local durante casi 50 años.

Tras no pocos conflictos laborales y por motivos económicos, la anterior dirección encabezada por el empresario Rafael Romero decidió echar el cerrojo a finales del pasado año y dejar en la calle a sus siete trabajadores allá por noviembre de 2014.

Hoy, el homónimo hijo del empresario Isidoro Díez, es decir, Isidoro Díez, la mujer de éste y el conocido emprendedor gaditano Guillermo Moyano, han adecentado el sitio con idea de reverdecer esos laureles que llevaron al Zona Franca a vender hasta 1.800 cafés en un solo día.

Crisguijape es la sociedad que desde este miércoles 3 de junio asume la gerencia y toma las riendas del establecimiento y Guillermo 'Willy' Moyano, la cara visible de la empresa, ya que será él quien esté al pie del cañón y dirigirá el equipo de siete entusiastas profesionales al frente del bar-restaurante.
“Será más de lo mismo como en los buenos tiempos, pero con mejoras”, señala Moyano, quien adelanta que “los churros regresarán por las mañanas, así como los menús y bocadillos y tapas variadas”.

Moyano ha fichado para esta reapertura a Jorge Ruiz, quien fuera durante años jefe de cocina del Arte Serrano, el conocidísimo local del Paseo Marítimo y en el que tiene plena confianza y depositadas no pocas expectativas. “Jorge aportará al menú, que será de dos platos pan, bebida y postre, un toque de distinción y en las tapas y platos dejará su impronta para satisfacción de la clientela”, afirma.

Casi contrarreloj, ultiman trabajos de pintura y acondicionamiento de la fachada del edificio y del interior. Fontaneros, pintores, electricistas en movimiento para que todo esté listo y se vuelva a levantar este miércoles de nuevo la baraja de este mítico local, antes conocido como el bar de los camioneros, siempre llamado el de los trabajadores y que el año que viene conmemorará su 50 aniversario.

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