El PSOE gaditano ha tropezado con una piedra del tamaño de un estadio. El grupo municipal socialista se unía el pasado viernes al PP, Ciudadanos y el concejal no adscrito, Domingo Villero, para aprobar una propuesta por la cual se insta al equipo de gobierno a interumpir el proceso iniciado para cambiar el nombre al estadio municipal. Un apoyo inexplicable incluso para miembros de la propia corporación. De igual manera, no pocos afiliados han lamentado en los últimos días, tanto en redes como en llamadas internas, la torpeza de dificultar el proceso.
Desde el grupo municipal socialista defienden la necesidad de crear una ordenanza de nomenclátor que le de base jurídica al cambio de nombre de calles, plazas y edificios municipales, “ya que ahora mismo es inexistente y estamos en manos de cualquier decisión ácrata o coyuntural”, según exponía el edil Francisco Javier Ramírez en redes sociales. Sin embargo, llama la atención que el PSOE crea necesaria la creación de esta ordenanza precisamente en este momento en el que el proceso del nombre del estadio está a punto de concluir, a falta solamente de contrastar los datos de las votaciones.
En respuesta a Ramírez, el concejal de Memoria Histórica, Martín Vila, le recordaba que en el pleno de agosto “el PSOE llevó por Urgencia la denominación de dos calles: Avenida de la Guardia Civil y Luis Arenal. Acusáis al equipo de gobierno de lo mismo que hicistéis hace dos meses; antes valía y ahora es un galimatías”.
Por su parte, la portavoz del equipo de gobierno, Ana Fernández, ha criticado que el PSOE “se haya posicionado con VOX y los postulados de extrema derecha en vez de hacerlo con el cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica”. “Damos pasos para cumplir la Ley de Memoria Histórica y el PSOE se dedica a torpedearlo en Cádiz, esa es la realidad que se ha constatado en el Pleno de este mes de octubre”, enfatiza, y ahonda en que el PSOE “le ha hecho el juego a la derecha más radical con su propuesta y su postulado”.
Los socialistas dejaron claro que el nombre del estadio debe cambiarse, pero no en la forma en la que va a hacerse, de ahí la moción presentada. Pero a su punto se le unió la enmienda de adición de Ciudadanos que pedía directamente suspender el proceso y en la que el PSOE se posicionó a favor. Podían haberse abstenido, ya que su propuesta ya había salido adelante. Pero no, se acercaron posturas con la derecha avivando la división interna de su propio partido según hemos podido saber por fuentes internas.
