Los hosteleros gaditanos se han mostrado muy disconformes con la medida tomada por la Junta de Andalucía que les obliga a cerrar a las seis de la tarde para volver a abrir a las ocho. El nuevo horario entrará en vigor este viernes aunque el presidente del ejecutivo andaluz, Juanma Moreno, no ha descartado que se tengan que "endurecer" algunas medidas si hay una evolución de la pandemia del coronavirus "a peor".  Este jueves tendrá lugar una nueva reunión de Salud Pública para hacer balance de la situación de la pandemia y, en función de los datos, se verá si se adoptan decisiones, algo que se haría en el seno del comité de expertos.

Aún no sabemos si las medidas anunciadas la semana pasada serán finalmente modificadas, pero los hosteleros no han dudado en manifestar su enfado ante la norma que les hará cerrar desde las 18.00 a las 20.00 horas que está previsto que entre en vigor el día 18.

Y es que, aunque se recupere con la apertura de 20.00 a 22.00 parte del servicio de cenas, lo cierto es que cierto sector de la hostelería, como son los bares de copas o aquellos que ofrecen servicio de merienda, se ven gravemente perjudicados. Miguel Ángel Lechuga, uno de los camareros de Café & Bar Muelle Uno, cree que esta medida va a funcionar “bastante mal”, ya que va a provocar “aglomeraciones en tiendas y la gente va a esperar a que volvamos a abrir en la calle”. Además señala que “nos hacen recoger la terraza” en esas dos horas, por lo tanto “siempre va a tener que haber un camarero trabajando, por lo que no son horas inactivas y supondrá gasto para la empresa”. Considera que hubiera sido preferible que esas dos horas extra de apertura hubieran sido de seguido, e incluso “si el toque de queda es a las once tampoco veo mal que nos dejen hasta las diez, con una hora para recoger y luego todos a casa”. 

De otro lado, a Juan José Domínguez, regente del Café Bar Copas ‘El Callejón’,  la medida le parece “estúpida”. “Creo que el corte de dos horas no sirve para nada, y están desvinculando mucho a las cafeterías y locales que trabajan con meriendas; nosotros nos dedicamos más a las comidas, pero con esta medida se están discriminando mucho a otros ámbitos de la hostelería con un corte innecesario”. 

Mientras la Junta plantea endurecer las restricciones, el Ayuntamiento de Cádiz anunciaba esta semana una programación con más de 70 actividades para estas fechas navideñas cuyo principal objetivo es dinamizar la economía local. Los hosteleros han celebrado que desde el Consistorio apuesten por apoyar el comercio y la hostelería, pero han lamentado que la junta, por su parte, no les facilite más las cosas.  “Todo lo que sea dinamizar la zona en el centro comercial está bien siempre. Pero si cuando está la programación coincide con los bares cerrados, es bueno para el comercio pero la hostelería sigue saliendo perjudicada”, apunta Domínguez.

Algunos se contentan, como mencionábamos anteriormente, con recuperar parte del horario nocturno. “Habrá muchos negocios, como cafeterías y bares de copas, a los que les afecte de una manera más profunda; a nosotros en particular no creo que nos afecte de manera directa; al menos para las cenas, o como decimos ahora una ‘merienda cena’, tenemos la oportunidad de tener algún ingreso extra aparte de lo que esperábamos”, expresa Julen Cabeza, del restaurante Atxuri. No obstante señala que “toda la reglamentación que se está produciendo ahora para lo que nos toca a la hostelería es injusto, sobre todo la diferenciación que hay respecto al comercio. Pero al fin y al cabo tenemos que adaptarnos a las circunstancias y crear un espacio seguro, eso es lo más importante”.  

En la misma calle Plocia, a escasos metros del restaurante vasco, se encuentra La Cepa Gallega. Su propietario, Bernardo Cruz, nos comenta que el corte les “rompe” la posibilidad de continuar ya que además “algunos de nuestro personal vive fuera y no les daría tiempo de irse y volver en esas dos horas”. Confiesa que se están planteando cerrar a las seis como hasta ahora sin la opción de volver a abrir a las ocho.

Otros establecimientos están planteándose cerrar directamente de lunes a jueves y abrir tan solo los fines de semana. Es el caso del restaurante La Marquesa de las Huevas. Lino Ordóñez, propietario, entiende la postura de los organismos políticos “pero al sector empresarial le está perjudicando enormemente”. En primer lugar, señala, “por el tema del personal, porque ¿qué se hace con el personal en esas dos horas?”. Por otro lado “no entiendo por qué hay esa diferencia tan importante entre el sector de la hostelería y el comercio, siendo en las grandes superficies donde se están dando afluencias de público más importantes”. Mantiene que “nosotros seguimos todas las medidas sanitarias que nos exigen en cuanto a distancias, higiene y limpieza” mientras que “no creo que se haga lo mismo en el transporte público, por ejemplo”. 

Por lo tanto Ordoñez cree que el cierre de seis a ocho es “un absurdo”, ya que “no todo el mundo sale en esa franja a tomar bebidas alcohólicas, hay quien se toma un cafelito o un refresco”. Y añade que “la gente está siendo respetuosa, no se están dando besos ni abrazos… el que es un salvaje lo es igual a las seis, a las dos y a las tres”.  

“La apuesta del Ayuntamiento me parece perfecta, pero después nos encontramos con el choque de la Junta de Andalucía, que son unos iluminados”, sentencia.